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Motores 1.5 de Seat… Cómo hemos cambiado

Seat celebra este 2019 los 50 años de uno de sus modelos más emblemáticos… pero sobre todo de un motor que durante sus 15 años de utilización en diferentes modelos de la gama española, se convirtió en referencia de la movilidad española. Algo similar a lo que ocurre actualmente con el que podríamos considerar su sucesor en la actualidad. Porque el motor 1430 puede equipararse -salvando los 50 años que separan las tecnologías- al 1.5 TSI que ahora incorporan en la gama española el Ibiza, Arona, León, Ateca y Tarraco.

El motor del 1430 se lanzó en 1969 para motorizar en un principio al Seat 1430, una berlina pensada para la clase media española y que significaba una evolución del Seat 124, lanzado un año antes. El 1430 contaba con los últimos avances de la época tanto desde el punto de vista técnico como en lo relativo al confort. Suspensión independiente, cuatro frenos de disco, 70 caballos… Eran algunas de las características de un motor fiable y robusto.

Del 1430 al Ronda

Y gracias a estas características se convirtió en pieza fundamental para el crecimiento de Seat. Porque de este motor 1430 salieron, entre 1969 y 1984, 522.578 unidades, que se fueron incorporando a los modelos de la marca. El primero de ellos, en 1969 fue el 1430 y sus diferentes versiones. En 1975 se suma a la familia del 131 y al 124 D. Dos años más tarde, en 1977 los modelos de corte más deportivo de la época de Seat, el Sport 1430 y el 128 cuentan con este propulsor potenciado hasta los 77 caballos. El Ritmo de 1979 incorpora también el motor 1430 en 1979. Y para terminar su andadura, el Fura Crono de 1982 y el Ronda.

Prácticamente, por tanto, todos los modelos de los años 70 y hasta 1984 contaron con este propulsor. Algo similar a lo que ocurre en la gama actual con el motor 1.5 TSI, que se convierte en la gran apuesta de la marca española para sus versiones de gasolina. Un motor que podríamos considerar como la evolución natural de aquel 1430, pero con todos los avances actuales para ofrecer máximo rendimiento con la mayor eficiencia. Así este motor 1.5 TSI con sus 150 caballos es equiparable a aquel de 70 caballos.

El 1.5 TSI de 150 caballos ofrece un par máximo de 250 Nm ente 1.500 y 3.000 revoluciones e incorpora avances tecnológicos para combinar prestaciones con unos consumos muy contenidos, como por ejemplo el sistema de desconexión de cilindros que permite en determinadas circunstancias, circular solo con dos de los cuatro cilindros del motor rebajando de manera sustancial los consumos.

Estas características le permiten acoplarse a la perfección a las diferentes exigencias de cada uno de los modelos de la actual gama de Seat en combinación con unas cajas de cambio que pueden ser manuales de 6 velocidades o el cambio DSG de doble embrague con siete relaciones. Así brilla en el Arona, un SUV urbano que pesa 1.224 Kg, en el compacto León, con un peso que parte de los 1.243 Kg, en el SUV compacto Ateca desde 1.355 Kg, y en el Tarraco, con 1.599 Kg, el SUV más grande jamás fabricado por la compañía española.

Un recorrido por Guadalajara

Para comprobar el rendimiento de ambas generaciones de motores, Seat organizó una jornada de pruebas por carreteras de Guadalajara en la que pudimos probar el excelente rendimiento del motor 1.5 TSI sobre el León y el Tarraco. Un propulsor que encaja como un guante, con una gran respuesta y una elevada suavidad de marcha en el León, con menor peso y dimensiones más contenidas. Con el cambio DSG ofrece un comportamiento intachable.

También en el Tarraco ofrece un gran rendimiento, aunque en este caso, los 150 caballos se tienen que esforzar más para mover un coche mucho más grande y 360 kilos más pesado. Nuestro Tarraco contaba con cambio manual de seis marchas, con una caja precisa y con un escalonarmiento perfecto entre marchas. Buenas prestaciones, elevado confort de marcha con unas suspensiones que priman el confort completan un conjunto de lo más agradable que brilla como coche familiar.

Además de los coches nuevos, también pudimos probar el 1430 sobre cinco modelos, un 1430 berlina, un 1430 familiar, un 131, un 124 D y un Fura Crono. Cinco modelos en perfecto estado de mantenimiento y conservación gracias al trabajo del departamento de Seat Históricos que dirige Isidre López. Entre ellos, el 1430 Familiar, recién pintado, parecía haber salido del concesionario el día anterior.

En nuestras manos cae el 131 Familiar con el que hacemos el recorrido por el interior de Guadalajara. Un viaje que nos lleva al pasado, nos recuerda formas diferentes de viajar a las actuales, donde con las autovías tienen como cometido llevarnos de A a B en el menor tiempo posible. Con el 131 volvemos a las carreteras comarcales, a bajar las ventanillas para recibir el aire del exterior, a la corrección permanente de la trayectoria sobre el volante o a anticipar la frenada. Y todo con una comodidad destacable, con unas suspensiones confortables y unos balanceos de la carrocería que en nada se parecen a los actuales. Pero con todo el sabor de cómo eran los coches hace 50 años. Una experiencia que gracias a Seat podemos seguir viviendo, pues no todas las marcas sacan sus coches de sus museos y los ponen a disposición de periodistas para contrastar cómo hemos cambiado en este medio siglo.

Los motores

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