La firma japonesa cree que aún hay mucho margen para que los motores de combustión sigan evolucionando, y que esta tecnología tiene el potencial de contribuir de manera fundamental a la conservación del medio ambiente. A partir de su visión corporativa de proteger el planeta pero enriqueciendo al mismo tiempo la vida de las personas mediante el placer de conducción, no cejan en su empeño de desarrollar el motor de combustión ideal, objetivo que ahora alcanza otro hito.
Y es que el Mazda3 será el primer modelo de producción en montar el innovador motor SKYACTIV-X, que emplea un método de combustión con encendido por compresión controlado por bujía (SPCCI, Spark-Controlled Compression Ignition) desarrollado por la firma japonesa; solución vanguardista al ser la primera vez que la combustión por compresión se utiliza en un motor de gasolina. Su lanzamiento está previsto para el próximo otoño, y entre las ventajas de este propulsor destacan que ofrece virtudes tradicionalmente vinculadas a los diésel, como una respuesta inicial superior y una mayor economía de consumo, pero con la respuesta lineal a la presión del acelerador y la viveza de reacciones de una mecánica de gasolina.
Además, y como ocurre en el SKYACTIV-G, el SKYACTIV-X emplea también el nuevo sistema M Hybrid de 24V de Mazda, que gracias a la hibridación suave inteligente minimiza el consumo de combustible y aporta un ahorro adicional mediante la energía recuperada, y almacenada en una batería, durante la deceleración.
Empuje diésel, suavidad de gasolina
Con una cilindrada de 2,0 litros, el motor SKYACTIV-X rinde 180 CV a 6.000 rpm; y su par, como mínimo, supera en un 10 por ciento el del SKYACTIV-G actual, aunque la ventaja alcanza el 30 por ciento a determinados regímenes. Además, puesto que la válvula de mariposa está abierta la mayor parte del tiempo, presenta una respuesta inicial de aceleración superior, como en los motores diésel, que no tienen válvula de mariposa. Pero el SKYACTIV-X se revoluciona hasta regímenes más elevados con la suavidad y la facilidad de un motor de gasolina tradicional.
Asimismo, SKYACTIV-X reduce un 20 por ciento el consumo de combustible en comparación con el moderno motor SKYACTIV-G, y en zonas donde se tiende a circular a baja velocidad, la diferencia puede alcanzar el 30 por ciento gracias al uso de una combustión especialmente pobre. De hecho, en comparación con el motor MZR de 2008, al que supera radicalmente por potencia y par, el consumo de combustible ha disminuido nada menos que un 35 ó 40 por ciento, y el SKYACTIV-X llega a superar por eficiencia de combustible incluso al diésel más reciente de Mazda, el SKYACTIV-D.
Lo refrendan las cifras oficiales homologadas recientemente, pues de acuerdo con el exigente ciclo WLTP el consumo combinado del Mazda3 SKYACTIV-X arranca en los 5,4 l/100 km de la versión Sedán con cambio manual, que anuncia también emisiones NEDC de CO bajísimas: 96 g/km.
Tracción delantera o total i-Activ
Al igual que los demás motores del Mazda3, el revolucionario SKYACTIV-X se complementa con la transmisión manual Skyactiv-MT o con el cambio automático Skyactiv-Drive, en ambos casos de seis velocidades; y aparte de la tracción delantera, la versión de cinco puertas dotada del nuevo propulsor estará disponible también con el sistema de tracción total inteligente i-Activ, que aporta agarre y agilidad extra sobre firmes secos, y se adapta a las condiciones deslizantes de la carretera: lluvia, nieve… Para ello se sirve de una serie de sensores que suministran información sobre la situación general de la conducción, el estado de la carretera y las intenciones del conductor. A partir de ahí, la tracción i-Activ calcula y ajusta continuamente la cantidad de par que se envía a las ruedas traseras para evitar que patinen las delanteras, ayudado siempre por el G-Vectoring Plus (GVC PLus), que controla la distribución de par usando también datos sobre la fuerza que el conductor aplica al volante y al pedal del acelerador.
Como resultado, la oferta será muy completa, pues el cliente podrá escoger su Mazda3 SKYACTIV-X de tracción delantera con cambio manual o automático, tanto en la carrocería Sedán, de tono más elegante, como en la de cinco puertas, cuyo enfoque es más deportivo; mientras que el Mazda3 de cinco puertas con tracción i-Activ también se desplegará en variantes de transmisión manual y automática.
Motor Skyactiv-X. Toda una revolución
Si la tecnología SKYACTIV-G supuso el primer paso en el intento de Mazda por desarrollar el motor de gasolina con una combustión interna ideal, SKYACTIV-X representa un segundo y decisivo avance. La clave es la mejora de la proporción aire-combustible, y para ello tuvieron que hacer posible la combustión pobre, en la que se queman grandes cantidades de aire, disminuye la temperatura del gas de combustión, se reducen las pérdidas de refrigeración y disminuyen también las pérdidas al cerrarse la mariposa, lo que da lugar a un menor consumo de combustible. Pero si esa mezcla pobre se quema mediante una combustión por propagación de llama, como ocurre cuando se usa una bujía, dicha combustión tiende a ser inestable.
Para superar ese problema es preciso recurrir a una combustión por compresión en condiciones de temperatura y presión elevadas, lo que significa adoptar la ignición por compresión que emplean los motores diésel. Al desarrollar el SKYACTIV-X, por tanto, los ingenieros de Mazda debieron mejorar los siete factores que definen la ignición por compresión de una mezcla pobre aire/carburante, como la relación de compresión -tiene que elevarse para alcanzar unas condiciones de presión y temperatura altas-, un reglaje de la combustión cercano al punto muerto superior o un periodo de combustión durante el que todo el combustible se queme a la vez.
La ignición por compresión no requiere bujía, pero sí seguirá siendo necesaria en los regímenes y rangos de carga elevados del motor en que no puede producirse dicha ignición. La innovación que ha hecho posible el SKYACTIV-X es su sistema SPCCI, que permite la ignición por compresión en todo el rango de combustión, pues al emplear una bujía en todos los casos, el motor alterna sin interrupción entre la combustión mediante ignición por compresión y mediante ignición por chispa.
Mazda CX-30. Un placer en todos los sentidos
El nuevo Mazda CX-30 llegará al mercado a la vuelta del verano y planteará batalla en uno de los segmentos más exitosos del momento. Su carrocería de formato SUV, con 4,40 metros de longitud, comparte además gran parte de su tecnología con el revolucionario Mazda3.
Más atrevido y poderoso en sus formas, responde a la última evolución del diseño Kodo que lleva años identificando a la gama de vehículos de la marca japonesa. A pesar de que su altura respecto al suelo es mayor, como corresponde a un versátil SUV, la postura al volante es más baja de lo habitual en este tipo de vehículos. No obstante, se ha mejorado el campo de visión del conductor, restando 'protagonismo' a los pilares delanteros.
El interior del CX-30 es más limpio y minimalista en sus formas, y muy ergonómico. Presume de una pantalla central de 8,8 pulgadas, un práctico Head-up Display que proyecta información a la altura de los ojos y un completo cuadro de mandos que combina información analógica y digital. Por su parte, el maletero contempla unos magníficos 430 litros de capacidad, y el portón presenta apertura y cierre eléctricos.
El CX-30 recurre a una nueva generación de tecnologías Skyactiv-Vehicle Architecture enfocadas hacia una conducción más agradable, como su innovadora gama de motores o el sistema de tracción integral i-Activ AWD.
Los propulsores SKYACTIV tanto de gasolina como diésel, cumplen la norma Euro 6d-TEMP. Y las mecánicas de gasolina optimizan su rendimiento gracias al sistema de hibridación ligera. Esa nueva tecnología M Hybrid se apoya en un motor eléctrico y en una batería de iones de litio de 24 voltios. De esta manera, el generador eléctrico asiste al térmico, mejorando los consumos, el rendimiento y el placer de conducción, pues todo resulta más fluido. Y como 'premio', estos modernos motores reciben la etiqueta medioambiental ECO de la DGT, que apareja todo tipo de ventajas y abre muchas puertas en la gran ciudad. Asimismo, el CX-30 ofrece el revolucionario motor SKYACTIV-X, del que detallamos su funcionamiento en las páginas anteriores
También ha evolucionado la tracción integral, que trabaja en conjunto con el GVC Plus para gestionar la distribución de par entre las ruedas delanteras y traseras. El control vectorial de par y la tracción total contribuyen a mejorar la dinámica y la seguridad del vehículo; y se ha optimizado la rigidez torsional, ha mejorado la eficacia de la suspensión, se reduce la rumorosidad en el interior y se incrementa el confort con unos nuevos asientos.
Por último, la seguridad del CX-30 gana puntos. Bajo el paraguas del I-Activsense incorpora elementos como una alerta de fatiga del conductor, el detector de tráfico delantero o un asistente de tráfico y crucero, además del airbag de rodilla para el conductor.