JAunque recurre a una plataforma similar a la utilizada por sus hermanos pequeños el XE y el XF, lo cierto es que el F-Pace estrena el 81 por ciento de las piezas y no las comparte con ninguno de ellos. Y el aluminio vuelve a ser decidido protagonista en la fabricación de este nuevo modelo ya que el 80 por ciento de su carrocería está realizada en este material, y de este porcentaje, un tercio es aluminio reciclado. Combinando este ligero pero resistente material con aceros de alta resistencia (como el de las puertas), con fibra en el portón trasero y con algunos elementos de magnesio como la barra de refuerzo entre torretas de amortiguación, se ha conseguido un reparto de pesos ideal de 50:50 y un peso total como mínimo 80 kilogramos por debajo del de sus rivales, una importante ventaja a la hora de lograr una excelente relación prestaciones-consumos (4,9 l/100 km para el F-Pace mas barato). Y un dato clave para que durante su conducción el coche transmita una ligereza impropia de un todocamino tan grande.
Todo esto sumado a la precisión con la que se han trabajado las suspensiones y a la rigidez lateral conseguida, un 50 por ciento mayor que la del Porsche Macan (según Jaguar el competidor más cercano en cuanto a dinámica) en el tren delantero y un 35 mayor en el trasero, se consigue una precisión notable en la dirección. Además, el eje trasero Integral Link permite separar claramente la elasticidad vertical y lateral lo que mejora el rendimiento.
Deportivo, pero confortable
Sobre el terreno y con la opción Adaptive Dynamics (1.355 euros como parte de un Pack o de serie en las versiones más potentes y equipadas), el F-Pace se adapta a cada situación pero sin radicalizar la dureza ni siquiera en la posición más deportiva. Esto le proporciona una clara ventaja en el plano del confort sin sacrificar demasiado el tacto deportivo que tanto se ha empeñado la marca en destacar. Un carácter que en el 3.0 V6 de 380 caballos llega a su nivel más elevado con el espectacular sonido que escupe el motor por los escapes y las impresionantes prestaciones que sitúan al F-Pace en la órbita del Porsche Macan con una clara ganancia respecto a este en espacio, maletero y precisión al volante. En campo y con el respaldo de Land Rover (el F-Pace se ha puesto a punto en las pistas de pruebas de Land Rover en Eastnor, Reino Unido), el F-Pace se defiende con garantías aunque el tipo de neumáticos, en esa interminable búsqueda de un buen neumático de campo que vaya bien en carretera a alta velocidad, terminan poniendo los límites.
No obstante, hay un aspecto que no nos ha gustado tras recorrer no menos de 400 kilómetros por las tortuosas y peligrosas carreteras de Montenegro. Y es el tacto de los frenos, que no su eficacia. Y es que el pedal tiene mucho recorrido y durante este no se aprecia la mordiente esperada si no casi al final, lo que genera inseguridad hasta que uno se acostumbra. Tampoco nos ha gustado el sonido diesel del cuatro cilindros Ingenium con 180 caballos. Es cierto que suena menos que en el Jaguar XE y apenas retiembla como en la berlina, y también que este motor de acceso mueve al todocamino británico con la suficiente agilidad como para convertirse en la opción más recomendable, sin embargo cuando el motor sube de vueltas la rumorosidad aumenta de forma notable y el coche pierde refinamiento.
El F-Pace mide 4,73 metros de longitud, es más grande que un Audi Q5 o un BMW X3 e incluso que un Porsche Macan, pero no llega al tamaño de un BMW X5 o un Mercedes GLE. no obstante la amplitud de su interior y la capacidad de su maletero podría ponerles en un aprieto a todos. El todocamino de la marca británica está bien acabado y puede llevar todo tipo de opciones de última generación eso si a costa de un sobre precio importante que se elevaría a más de 45.000 euros adicionales, sobre todo en la versión Pure. Porque esta versión básica con el motor diésel ingenium de 180 caballos, cambio manual y tracción trasera, lleva de serie como equipamientos mas importantes, alerta de cambio involuntario de carril, control de distancia de aparcamiento trasero, climatizador bizona, sensores de lluvia y luces, respaldos traseros abatibles 40:20:40 y pantalla táctil color de 8 pulgadas.
Cuatro motores disponibles
Un equipamiento solo correcto para un modelo cuya única misión es la de anunciar un precio que llame la atención. Las versiones Prestige, que será el nivel de acabado mas solicitado, R-Sport y Portfolio si que llevan un equipamiento mucho más completo con un precio lógicamente en consonancia. De hecho la versión más aconsejable con el diesel de 180 caballos, acabado Prestige, traccion total y cambio automático de 8 marchas, cuesta 54.000 euros.
El F-Pace puede llevar cuatro motores, el Ingenium diesel de cuatro cilindros y 180 caballos ya comentado, que por cierto con cambio manual de 6 marchas es el primer Jaguar de cambio manual que puede combinarse con la tracción total, un V6 diesel biturbo de 300 caballos, al que solo le falta un sonido mas deportivo porque las prestaciones las tiene, y un gasolina V6 heredado del F Type con 340 o 380 caballos asociados cada uno a un tipo de acabado, mas elegante en el primero y mas deportivo en el top.
Jaguar España tiene ya más de 300 pedidos del F-Pace. Un 40 por cientos de los clientes que han dado la señal ya tenía un Jaguar, mientras que el 60 por ciento restante vienen de ser propietarios sobre todo de BMW aunque también hay clientes de otras marcas premium alemanas. Respecto a estas y hablando de diseño, Jaguar se ha desmarcado totalmente en una estrategia totalmente calculada. Y es que según los responsables de la marca primero hay que hacer un coche que entre por los ojos lo más alejado posible del diseño que ofrecen las marcas alemanas y luego dotarle de todas las características que lo conviertan en una referencia. El F-Pace ha conseguido buena parte del pliego de condiciones.