La marca coreana ha apostado por un cambio casi completo y asumido el riesgo que implica modificar un formato y una fórmula que ya eran un éxito en el Hyundai Tucson.
Aunque el Hyundai Tucson ya era un éxito en ventas para la marca coreana, la revolución en la renovación del modelo es completa. No solo por el diseño exterior, que cambia por completo y estrena el nuevo lenguaje de diseño que poco a poco irá llegando al resto de la gama, sino también en su interior, en el equipamiento tecnológico e indudablemente en el apartado de mecánicas.
La mirada oculta del Tucson
El Hyundai Tucson Maxx 1.6 T-GDI 110 kW (150 CV) (2020) tiene un motor gasolina de 1598 cc con 4 cilindros situados en línea que alcanza una potencia máxima de 150 CV a 5500 rpm y par máximo de 250 nm a 1500-4000 rpm. Se trata por ende de una mecánica con una potencia concreta de 150 CV, con alimentación intercooler.
Esta mecánica de 1598 cc de cilindrada, consigue unos consumos de 6.7 l/100 km de media.
El diseño exterior del Hyundai Tucson es una apuesta por las aristas tanto en el frontal, con sus singulares ópticas LED ‘camufladas’ en una novedosa parrilla como en la zaga.
La línea de capó más alta, y en formato más recto, hacen que el Hyundai Tucson tenga un aspecto más robusto. Las ópticas están más bajas, y ‘escondidas’ en la nueva parrilla de formas muy compuestas, y esto le da una imagen más sobria y elegante. Además, se ha introducido la óptica en dos partes como se comenzó a hacer en el Kona.
