Un joven empleado de un concesionario de coches de lujo en Alemania vivió una experiencia que seguramente recordará por el resto de su vida: la oportunidad de conducir un Ferrari F40, uno de los superdeportivos más icónicos de la historia. Lo que era un sueño, se convirtió en una pesadilla cuando perdió el control del vehículo y lo estrelló en un túnel, causando daños por valor de millones de dólares.
El empleado, de 24 años, trabajaba para Mechatronik, un restaurador y vendedor de vehículos de lujo con sede en Stuttgart, Alemania. El lugar había puesto a la venta este modelo del Cavallino Rampante completamente rojo de 1990 con un precio inicial de casi 3,3 millones de dólares, y para atraer la atención de potenciales compradores, lo estaban exhibiendo en el salón del automóvil, a solo 18 kilómetros de distancia.
¿Cómo sucedió el accidente con el Ferrari?
Entusiasmado por la oportunidad de conducir un vehículo tan legendario, el joven recibió las llaves del F40. Sin embargo, la alegría se convirtió en tragedia en cuestión de minutos. Alrededor de las 8 de la mañana del domingo 21 de abril, mientras conducía por un túnel, el Ferrari perdió el control, giró bruscamente hacia la derecha y chocó de frente contra la pared.
Las autoridades aún investigan las causas del accidente. No se ha determinado si el incidente se debió a una falla mecánica, un exceso de velocidad o un error del conductor. Más allá de eso, este caso sirve como un recordatorio aleccionador de los riesgos asociados a conducir un coche de alto rendimiento, especialmente para un conductor joven e inexperto.
¿Cómo terminó el conductor y el coche?
Afortunadamente, el conductor del Ferrari F40 salió ileso del accidente. Sin embargo, los daños al vehículo son considerables, principalmente en la carrocería, fabricada en fibra de carbono. El concesionario ubicado en Stuttgart ha expresado su intención de reparar el automóvil deportivo, pero las reparaciones seguramente serán costosas. No han definido si deberá pagarlo el empleado o bien correrá todo para la empresa.
Curiosamente, este no es el primer incidente de este tipo que involucra a un empleado de Mechatronik. En 2013, otro trabajador del concesionario volcó un Mercedes 300 SL clásico. Afortunadamente, nadie resultó herido en ese accidente, pero la empresa se vio obligada a implementar medidas para evitar que este tipo de incidentes se repitieran y parece que no terminaron funcionando del todo bien.
