El fabricante Tenneco es el encargado de crear el avanzado sistema de escape que utiliza el deportivo Corvette C8, el primero de la historia en equipar un motor en posición central. Como sabrás, este sistema equipa unas válvulas que permiten variar el sonido del 6.2 V8 en función del modo de conducción elegido. Pero puede que esto no sea suficiente para muchos clientes de semejante criatura.
Es en ellos en quienes ha pensado el especialista Fabspeed Motorsport, quien ya ofrece un amplio catálogo de sistemas de escape para el Corvette de octava generación. Ahora bien, habrá que exprimir la cartera, pues baratos no son.
Versión legal y versión para circuito
Para comenzar nos vamos a encontrar con el sistema Maxflo, especialmente diseñado para conjugarse con el corazón LT2 del Corvette C8. Fabricado por completo en acero inoxidable, su construcción permite ahorrar 9 kilos de peso comparado con el original. Además, sigue manteniendo unas válvulas para controlar su sonido, ahora mucho más potente. Por si no fuera suficiente, también permite extraer 4 CV de potencia y 10 Nm de par motor a esta mecánica. No es mucho, pero todo ello ayuda a justificar que Fabspeed esté pidiendo 3.995 dólares (3.685 euros) por este sistema de escape, que puede solicitarse con terminales en acero en vez de en fibra de carbono, con los que nos ahorramos 100 dólares.
Dicho escape se puede combinar, de hecho lo suyo sería hacerlo, con unos nuevos catalizadores especialmente diseñados y que son menos restrictivos con los gases de escape. Ahora bien, estos elementos requieren pagar otros 2.795 dólares (2.580 euros), pero además de conseguir ahorrar otros cuatro kilos de peso, inyectan al 6.2 V8 otros 6 CV de potencia y otros 10 Nm de par motor.
Pero si vamos a tener la posibilidad de disfrutar de nuestro Corvette C8 de forma habitual dentro de un circuito, igual nos interesa la otra vertiente que nos propone Fabspeed Motorsport, la cual no está homologada para la calle, pero que es mucho más salvaje, asequible y ligera.
Por un lado encontramos un completo sistema de escape, que carece de válvulas para controlar el sonido, por lo que desde el minuto uno, la fiesta está asegurada. Este sistema tiene un precio de 3.395 dólares (3.130 euros), pero ahorra 17 kilos de peso, mientras los supresores de los catalizadores ahorran otros ocho kilos y tienen un precio de 1.295 dólares (1.195 euros).
Ahora bien, estos elementos no están homologado para el tráfico abierto y tampoco se dan detalles sobre el incremento de potencia que extraen al 6.2 V8 del Corvette C8.
