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Fabricar coches que cumplan Euro 7 sería hasta 10 veces más caro

Los fabricantes europeos siguen evaluando lo que significaría la implementación de la normativa Euro 7. El coste estimado de esta normativa, que impone restricciones más estrictas sobre las emisiones contaminantes de automóviles, furgonetas y camiones pesados genera preocupación entre los fabricantes de automóviles europeos. Así ha quedado demostrado en el estudio de Frontier Economics citado por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), que considera que los costes directos de fabricación serían significativamente más altos de lo estimado por la Comisión Europea (CE).

De acuerdo con el estudio, el incremento de los costes para un turismo o una furgoneta con motor de combustión interna podrían ascender a unos 2.000 euros, mientras que para camiones y autobuses diésel se estima un incremento de aproximadamente 12.000 euros. Estas cifras contrastan fuertemente con las estimaciones de la CE, que sitúa los costes en alrededor de 180 euros para turismos y furgonetas de gasolina, y 446 euros para los de diésel. Además, la CE estima los costes para camiones y autobuses diésel en unos 2.765 euros. Con ello, ACEA calcula que se multiplicará por 4 o 10 los costes de producción de los automóviles.

Costes para implementar la normativa Euro 7.

Porque ACEA advierte que las estimaciones del estudio solo abarcan los costes directos de fabricación, sin tener en cuenta otros gastos adicionales que podrían repercutir todavía más en los precios finales para los consumidores. Estos incluyen un mayor consumo de combustible, que podría elevar los costes hasta un 3,5 por ciento adicional.

ACEA propone no implementar Euro 7 y renovar el parque automovilístico con vehículos Euro 6

De esta manera ACEA sigue defendiendo que se mantenga la normativa Euro 6 actual, argumentando que ya cuenta con unos estándares exhaustivos y estrictos en cuanto a las emisiones contaminantes, como el óxido de nitrógeno (NOx) y las partículas. Según la asociación, los vehículos de última generación incorporan tecnologías que han logrado reducir las emisiones de escape a niveles apenas medibles.

Sigrid de Vries, directora general de ACEA, ha destacado que la industria automovilística europea está comprometida con la reducción de las emisiones en beneficio del medio ambiente y la salud. No obstante, considera que la propuesta de la normativa Euro 7 no es la vía adecuada, debido a su alto impacto ambiental y el gran coste que puede suponer su implantación. En su lugar, sugiere que se lograrían mayores beneficios para el medio ambiente y la salud mediante la transición hacia la electrificación, al mismo tiempo que se sustituyen los vehículos más antiguos en las carreteras de la Unión Europea por modelos altamente eficientes que cumplan con la normativa Euro 6.

El debate en torno a la normativa Euro 7 y sus implicaciones financieras continúa, con ACEA sosteniendo que los costes estimados son significativamente más altos que las cifras presentadas por la Comisión Europea. A medida que se buscan soluciones para reducir las emisiones y mejorar la calidad del aire, la industria automovilística se enfrenta al desafío de equilibrar los requisitos ambientales con la viabilidad económica y las expectativas de los consumidores.

Y todo parece indica que apostar por mantener el desarrollo de Euro 7, como propone la Unión Europea no va a ser una medida que ayude a los consumidores en cuanto a costes. Y además, provocaría que inversiones que los fabricantes deben acometer para la estrategia de electrificación tengan que derivarse hacia el desarrollo de los motores Euro 7. Y eso, sin duda, retrasaría la electrificación total del mercado.