¿Qué coches son los preferidos en la España vaciada? ¿Cuál es el perfil del comprador en las zonas rurales? Estas son algunas de las preguntas a las que ha dado respuesta la compañía de compraventa de coches ‘online’ Clicars, quien ha concluido que los vehículos compactos propulsados por combustible diésel son los coches más comprados vía Internet en la ‘España vaciada’ este año.
Según los datos de esta empresa, el perfil del comprador de coches en pueblos con una media inferior al conjunto de la población española, es decir, de menos de 94 habitantes por kilómetro cuadrado, es el de un hombre de unos 43 años que se decanta, en un 22%, por vehículos compactos y en un 21%, por compactos todocaminos (SUV) propulsados por combustible diésel (74%).
Por provincias, en los pueblos de Badajoz, Cáceres, Ciudad Real, Córdoba, Guadalajara y Zaragoza es donde se concentran la mayor parte de las entregas que Clicars hace en entornos rurales y la ‘España vaciada’.
Coches eco para la España rural
Entre sus conclusiones, Clicars también apunta que los vehículos con etiqueta Eco no son solo favoritos en las grandes ciudades, ya que en la España rural también se demandan este tipo de modelos más respetuosos con el medio ambiente.
En concreto, un 4% de los habitantes de zonas rurales ha comprado modelos electrificados, tanto híbridos como híbridos enchufables y eléctricos, siendo los pueblos de la provincia de Cuenca los que han mostrado un crecimiento sostenido de entregas en híbridos, mientras que las zonas rurales de la provincia de Córdoba son los lugares donde se han entregado la mayor cantidad de eléctricos en 2022.
Modelo digital de compra de coche
Clicars está comprobando que en las zonas rurales hay una tendencia creciente a la compra de coche por Internet. De hecho, la empresa ha entregado este año el 13,5% de sus coches en la puerta de casa de los clientes de pueblos de España con una densidad menor de 94 habitantes por kilómetro cuadrado.
La compañía ha explicado que su modelo digital para la compra de vehículos quiere convertir este proceso «tradicionalmente complejo y de gran desconfianza» en una operación «sencilla y segura» en los pueblos donde las dificultades de acceso a concesionarios, la poca variedad de stock, la falta de precios competitivos y las dificultades de transporte forman parte del día a día.
