Entre todos los atributos del Tesla Model S, siempre hay uno que ha hecho de esta berlina americana un modelo especial: las velocidad. A pesar de su tamaño y su condición de vehículo eléctrico, el sedán californiano siempre ha sido muy rápido en cualquiera de sus versiones, pero especialmente en las de mayor potencia, como el Tesla Model S Plaid de 1.033 CV, capaz de alcanzar los 100 km/h desde parado en 2,1 segundos.
Pues bien, parece que estas cifras no son suficiente para Tesla y la marca estadounidense trabaja ya en una variante del Model S todavía más bestia o, al menos, más radical en cuanto a comportamiento, como demuestran las imágenes espía que nos han enviado nuestros colegas de CarPix. Los fotógrafos de la agencia capturaron con sus cámaras a una unidad de pruebas del Model S equipada con un alerón muy particular, de enormes dimensiones y con aerodinámica activa.
Esta unidad se estaba poniendo a prueba en el circuito de Nüburgring y, como si de un supercar se tratase, cambiaba la posición del alerón para lograr más apoyo en las frenadas y más carga aerodinámica a alta velocidad, variando el ángulo de apertura de manera similar al DRS de un Fórmula 1. Además, el modelo de pruebas, desprovisto por completo de vinilo de camuflaje, se distinguía del resto de Model S por un prominente labio inferior que, presumiblemente, también mejorará la aerodinámica del conjunto.
No sabemos si esta versión tan particular llegará a producción, ni si será más potente que el Tesla Model S Plaid convencional, lo que está claro es que sería un buen final de fiesta para una primera generación del Model S que, después de 9 años en el mercado, se prepara para dejar paso a su sustituto, a pesar de haberse renovado ligeramente hace unos meses.