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El Lamborghini Countach de la película 'Los locos del Cannonball' ya es histórico

Solo hay 30 coches inscritos en el Registro Nacional de Vehículos Históricos de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos, lo que nos da una idea de la exclusividad que supone esta mención con la que ahora cuenta el Lamborghini Countach LP 400 S de 1979, que protagonizó la película 'Los locos del Cannonball' en 1981.

Para celebrar su inclusión en el Registro de Históricos, el modelo se exhibe estos días dentro de una vitrina en el National Mall, en Washington DC, frente al Capitolio, donde también se mostró hace unos años el Mustang que conducía Steve McQueen en la película 'Bullit'. A partir de ahora, toda la información sobre este 'Lambo', un escaneo en 3D del mismo y copias de toda su documentación se conservarán en la Biblioteca del Congreso norteamericano.

El Countach es uno de los coches más importantes para la marca y este mismo año Lamborghini celebró su 50 aniversario reeditando el modelo adaptado a los nuevos tiempos, con una mecánica híbrida.

Una carrera desenfrenada

El Countach LP 400 S de 1979, negro con interior amarillo mostaza, fue el ganador de la alocada carrera de la película 'Los locos del Cannonball' y el protagonista de la escena de apertura de la cinta, más de tres minutos filmados en el desierto de Las Vegas con el sonido del V12 y sus seis carburadores de fondo. En la cinta, protagonizada por Burt Reynolds, Roger Moore o Farrah Fawcett, entre otros, participan varios equipos de carreras a bordo de vehículos diferentes, entre ellos un Ferrari, que corren prácticamente sin reglas y utilizan todas las artimañas que pueden para llegar a la meta. El coche se modificó para la película con un alerón delantero, focos gemelos, tres antenas y 12 tubos de escape.

Durante la grabación de la cinta, Ron Rice, el fundador de la marca de protectores solares Hawaiian Tropic y muy conocido por sus patrocinios de deportes de motor, se enamoró del Countach y lo compró en el acto. Lo conservó hasta 2004, cuando se lo vendió al abogado y aficionado a la marca, Jeff Ippoliti, de Florida, que es su actual propietario.

La competición en la que se basa la película era una carrea real que se celebraba en secreto entre la costa este y oeste de Estados Unidos y que pretendía cruzar el país en el menor tiempo posible. En aquel momento estaba en vigor un límite de velocidad de 88 km/h e ir más rápido era duramente castigado por la policía.