La COVID-19 se ha convertido en la mayor emergencia sanitaria a la que ha tenido que enfrentarse el mundo, pero también en todo un ejemplo de solidaridad. En nuestro país, el sector del automóvil colabora de manera intensa en todos los ámbitos para ayudar a frenar la pandemia. Ejemplos de ello encontramos en las marcas que componen el Grupo PSA (Peugeot, Citroën, DS y Opel), que destinan importantes recursos a iniciativas solidarias.
El Grupo colabora con las instituciones y servicios sanitarios en diferentes frentes: donando material médico, cediendo sus vehículos, con el desarrollo de un proyecto de respirador que está a la espera de homologación por las autoridades o la cesión de impresoras en 3D para fabricar pantallas de protección.
Ayuda en España
En nuestro país, las marcas del Grupo PSA han cedido al Sistema Nacional de Salud diferente material sanitario: 7.900 mascarillas quirúrgicas, 600 mascarillas FFP2 (para protección de personas en contacto con la infección), 95 batas y buzos desechables e impermeables, 22 litros de solución hidroalcohólica desinfectante y un dispositivo para cuidados intensivos, 1 caja con 600 electrodos para electrocardiogramas, 200 cajas de guantes de nitrilo desechables (equivalen a unos 10.000 pares), un desfibrilador con 9 juegos de electrodos adicionales y 1 un kit de primeros auxilios.
Además, se han sumado a la iniciativa #YoCedoMiCoche con 25 vehículos para la Cruz Roja, 16 para el Sergas (Servicio Gallego de Salud), 15 para el Servicio Aragonés de Salud y 2 vehículos para Protección Civil de Orense.
Vigo y Zaragoza
Las plantas de fabricación del Grupo han puesto a disposición de las autoridades sanitarias todo el material médico disponible, sus impresoras 3D y la experiencia de sus trabajadores.
En la planta de Vigo están trabajando con su socio tecnológico prioritario en Galicia, CTAG (Centro Tecnológico de Automoción de Galicia), para desarrollar e industrializar respiradores mecánicos.
En la fábrica de Zaragoza han donado al Gobierno de Aragón 100 ordenadores portátiles con su software instalado y listos para ser utilizados respondiendo a la necesidad que manifestó el presidente de Aragón de dotar de ordenadores a escolares sin medios para que puedan continuar el curso.
Además, empleados de la planta de Zaragoza colaboran fabricando pantallas de protección desde sus casas con impresoras 3D. En esta iniciativa colaboran con el grupo Aramakers3D, que ofrece soluciones para que los profesionales puedan trabajar de forma más segura.
