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La recomendación de la DGT para que uses las luces de tu coche de forma correcta

La Dirección General de Tráfico (DGT) en España siempre está en vanguardia cuando se trata de garantizar la seguridad vial mediante la promoción de buenas prácticas y la prevención de accidentes. Con el tráfico rodado cada vez más denso y las condiciones meteorológicas que pueden cambiar de un momento a otro, la correcta utilización de las luces del vehículo se convierte en un elemento clave para la visibilidad y, por ende, para la seguridad tanto del conductor como del resto de usuarios de la vía.

La DGT no solo sanciona la mala utilización de estas, sino que también se encarga de educar a los ciudadanos sobre cómo y cuándo deben utilizarse las distintas luces de un vehículo. La iluminación, además de permitir ver, sirve para ser vistos, reduciendo así las posibilidades de sufrir una colisión o incidente.

NORMATIVA Y RECOMENDACIONES BÁSICAS

NORMATIVA Y RECOMENDACIONES BÁSICAS

A lo largo de mi trayectoria como periodista en el campo digital, he comprobado que las normativas de tráfico no son estáticas; se actualizan en función de las necesidades y los avances tecnológicos. Las luces del coche no son una excepción. Según el Reglamento General de Circulación, el uso adecuado de las luces es obligatorio y su mala utilización puede acarrear sanciones. Por ejemplo, la DGT establece claramente que las luces de cruce deben utilizarse desde la puesta hasta la salida del sol, o durante el día en túneles, pasos inferiores y tramos de vía afectados por la señalización de túnel.

Además, es importante entender cuándo se deben utilizar las luces largas y las de antiniebla. El uso de luces largas está prohibido cuando puedan deslumbrar a otros conductores, tanto en encuentros frontales como cuando seguimos a otro vehículo más cerca de los 150 metros. Las luces de niebla, por su parte, deben utilizarse en condiciones de visibilidad reducida, pero es igualmente una infracción mantenerlas encendidas una vez que las condiciones han mejorado.

Los intermitentes son crucialmente importantes para anunciar maniobras como giros o cambios de carril. Una omisión en su uso no solo es peligrosa, sino que también es sancionable. Del mismo modo, las luces de posición son esenciales para señalar la presencia de nuestro coche en condiciones de baja visibilidad o incluso cuando el coche está parado debido a una emergencia.

La DGT recomienda llevar siempre las luces encendidas, incluso durante el día, para aumentar la visibilidad del vehículo. Esta práctica, conocida como «luces diurnas», es obligatoria en muchos países y ha demostrado ser efectiva en la reducción de accidentes.

EMPLEO TECNOLÓGICAMENTE APROPIADO DE LUZ

A medida que la tecnología avanza, los vehículos modernos incorporan sistemas de iluminación cada vez más avanzados, como el LED y la iluminación adaptable. Estos sistemas no solo ofrecen una mejor visibilidad, sino que también pueden adaptarse a las condiciones de la vía, aumentando así la seguridad.

Sin embargo, a pesar de estas mejoras, utilizarlas correctamente sigue siendo responsabilidad del conductor. Algunos vehículos modernos incluyen sistemas automáticos de luces que ajustan el tipo y la intensidad de la luz según las condiciones ambientales y la presencia de otros vehículos. Aun así, es primordial que los conductores comprendan cómo funcionan estas tecnologías y no se fíen ciegamente de ellas.

La tecnología LED, por ejemplo, proporciona una iluminación más clara y duradera, pero es importante evitar su mala instalación o la utilización de LED no homologados que pueden producir un deslumbramiento indebido o no cumplir con las normativas de tráfico.

El uso de sistemas de iluminación inteligente, como aquellos que adaptan el haz de luz para no deslumbrar a otros conductores o incrementar la iluminación en curvas, también supone un gran avance. Sin embargo, el conductor debe estar familiarizado con el sistema para garantizar su eficacia y evitar depender excesivamente de la tecnología sin ejercer un control adecuado.

DGT: CONSEJOS PARA UNA CONDUCCIÓN SEGURA Y RESPONSABLE

CONSEJOS PARA UNA CONDUCCIÓN SEGURA Y RESPONSABLE

Por todo lo anterior, no basta solo con conocer la normativa y tener un vehículo equipado con la última tecnología en iluminación; se requiere también una actitud consciente y responsable por parte del conductor. Aquí van algunos consejos prácticos para la mejor utilización de las luces del vehículo.

En primer lugar, es esencial realizar revisiones periódicas de todas las luces de nuestro vehículo, incluyendo las luces de freno, intermitentes y luces de marcha atrás. Estas revisiones no solo garantizan que funcionarán cuando las necesitemos, sino que también pueden prevenir sanciones por su mal estado o funcionamiento incorrecto.

En carretera, hay que saber regular la intensidad de las luces en función de las condiciones del tráfico y la meteorología. En situaciones de lluvia, niebla o nevadas, las luces de cruce y, si es necesario, las de niebla, pueden marcar la diferencia entre una conducción segura y un posible accidente. Recordemos que las luces largas deben evitarse cuando puedan molestar a otros conductores.

Por último, aunque tengamos sistemas automáticos, siempre deberíamos estar preparados para tomar el control y ajustar las luces manualmente si la situación lo exige. La tecnología es una herramienta que nos asiste, pero la última palabra en seguridad la tiene siempre el juicio del conductor.

INNOVACIONES EN ILUMINACIÓN VEHICULAR

En el mundo del automovilismo, la innovación tecnológica es constante y apasionante. La iluminación vehicular no se queda atrás, y los fabricantes buscan formas de incrementar la seguridad mediante nuevos diseños y tecnologías. Un buen ejemplo de ello son los sistemas de iluminación matricial LED, que permiten mantener las luces largas permanentemente sin deslumbrar a otros conductores, gracias a que oscurecen sectores específicos del haz de luz que coinciden con la posición de otros vehículos detectados en la ruta.

Asimismo, los sistemas de iluminación láser representan otro horizonte fascinante; estas luces alcanzan una longitud considerablemente mayor que las LED y su intensidad mejora significativamente la visibilidad en condiciones nocturnas. Por supuesto, su integración en los vehículos sigue regulada para garantizar la seguridad y evitar el deslumbramiento.

En cuanto a la asistencia por sensoría, los sensores de luz ambiental ajustan automáticamente las luces del vehículo para adaptarse a las condiciones externas. La transición de las luces de cruce a las largas y viceversa puede ser tan sutil que apenas se percibe, pero su impacto en la seguridad es considerable.

Además, tecnologías como el OLED para las luces traseras no solo ofrecen un diseño estético y moderno, sino que también proporcionan una mayor área de iluminación, lo que es crucial para la señalización y visibilidad trasera.

ILUMINACIÓN Y LA CONDUCCIÓN AUTÓNOMA

ILUMINACIÓN Y LA CONDUCCIÓN AUTÓNOMA

La conducción autónoma se encuentra en pleno proceso de desarrollo y las luces juegan un papel esencial en este campo. En vehículos semiautónomos y autónomos, la iluminación no es solo una cuestión de visibilidad, sino también una herramienta clave para la comunicación con peatones y otros vehículos. Existen ya desarrollos en los que se utilizan patrones de luz para informar a los peatones de las intenciones del vehículo, como por ejemplo si está a punto de detenerse o ceder el paso.

El reto para los fabricantes no es solo técnico, sino también de índole normativo y social, pues se deben establecer estándares que permitan una comunicación clara y universalmente comprendida. La investigación en este ámbito es constante, y se espera que las regulaciones se adapten para cubrir las necesidades que la tecnología de conducción autónoma presentará.

EDUCACIÓN Y CONCIENCIACIÓN CIUDADANA

A pesar de los avances tecnológicos, la educación y concienciación ciudadana siguen siendo fundamentales para garantizar un uso correcto de las luces del vehículo. En este sentido, la DGT realiza campañas de información y sensibilización continuas. Mensajes claros y campañas impactantes son fundamentales para recordar, por ejemplo, la importancia de desconectar las luces de niebla una vez mejoran las condiciones de visibilidad para no deslumbrar o confundir a otros conductores.

La formación en autoescuelas y otros espacios educativos también juega un rol crucial. No solo se debe enseñar a los futuros conductores las reglas, sino también el razonamiento detrás de cada norma, favoreciendo así una cultura de respeto y cuidado mutuo en las vías.

Por último, es necesario mencionar la relevancia de las revisiones técnicas. En muchos casos se detectan fallos en la iluminación durante la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Este procedimiento no solo es una obligación legal, sino también una práctica de mantenimiento que conlleva directamente una mayor seguridad para todos.

Para concluir, el impacto de la correcta utilización de las luces del vehículo en la seguridad vial es indiscutible. Desde los sistemas más innovadores hasta la conducta responsable de cada chofer, todos los eslabones son fundamentales en la consecución de una movilidad segura y eficiente. La recomendación de la DGT no es únicamente un deber legal, sino también una invitación a ser partícipes activos en la creación de carreteras más seguras, anticipando peligros y previniendo accidentes en un ejercicio de responsabilidad compartida.