La seguridad vial ha mejorado mucho en los últimos años. Hoy, la Dirección General de Tráfico (DGT) y la Guardia Civil tienen más herramientas para controlar el comportamiento en carretera, pero eso no impide que podamos encontrarnos con un conductor kamikaze. Un coche circulando en sentido contrario, con un comportamiento muy agresivo e incluso bajo los efectos de las drogas o del alcohol.
¿Sabrías reaccionar a un kamikaze? En la carretera, lo mejor que puedes hacer es anticiparte, pero es difícil hacerlo ante ciertas situaciones. Y no todos los kamikazes son conductores suicidas que circulan a 200 km/h. Muchas veces, son despistes, rotondas mal hechas, confusiones en accesos, conductores que ignoran el riesgo que supone circular en sentido contrario, sin luces o a toda velocidad sorteando vehículos.
El resultado es el mismo, y no es otro que una señal clara de peligro por estar compartiendo la carretera con un kamikaze que no respeta las normas y pone al riesgo de usuarios de la vida en riesgo. Si no sabrías cómo reaccionar a uno de ellos, te contamos qué debes hacer (y qué no) para evitar un accidente.
Cómo detectar a un conductor kamikaze

La anticipación, en este caso, también te puede salvar la vida. Muchos conductores se producen porque el conductor no ha sabido interpretar a tiempo los signos de peligro. En el caso de los kamikazes, hay ciertas señales que deberían ponerte en alerta, como luces que deslumbran en dirección contraria, coches que circulan por tu carril, movimientos muy agresivos, cambios de carril violentos y constantes… ¿Te suena?
El instinto más lógico es frenar en seco o dar un volantazo para quitarte de su camino, pero también es lo más peligroso. En lugar de eso, reduce la velocidad de forma progresiva, mantén una trayectoria estable y muévete suavemente hacia la derecha. No pierdas el control dentro del coche ni pongas en peligro al resto de vehículos, que ya bastante lo hace el kamikaze.
Sujeta también con firmeza el volante, mantén la mirada al frente y evita mirar fijamente al coche kamikaze. Y tampoco dejes que el miedo o el pánico se apoderen de ti. Si estás atento y reconoces los síntomas, reacciona lo antes posible para evitar un susto.
Qué hacer (y qué no) si ya estás cerca del peligro

Si el conductor kamikaze ya ha pasado a tu lado o circula muy cerca, no entres en pánico. Enciende las luces de emergencia si es necesario, señaliza tu posición, reduce la velocidad y extrema la atención todavía más. Recuerda que otros conductores pueden no haber visto lo mismo que tú, así que deberías avisar de que algo ocurre.
¿Vas acompañado? Pide al copiloto que llame al 112 (o hazlo tú desde un asistente de voz) e informe de la matrícula si la ha visto, la marca de vehículo, el color, el sentido de la circulación y el punto kilométrico. Cuanto más preciso seas, mejor, y ten en cuenta que esa llamada puede evitar un accidente más adelante.
Lo que no debes hacer nunca es hacerte el ‘héroe’, cerrarle el paso, jugar a adelantarle para advertirle de su comportamiento o intervenir de alguna manera. Puedes provocar una reacción todavía más peligrosa, un accidente múltiple o simplemente que el kamikaze la tome contigo.
En el peor de los casos (si hay colisión o has tenido que parar el coche), evita el enfrentamiento. Lo más importante es la seguridad: aparcar en un lugar seguro, ponte el chaleco, coloca los triángulos o la baliza V16 y espera a que llegue la asistencia. Solo baja del coche si es estrictamente necesario y el entorno es seguro.
Un consejo final: siempre que notes un comportamiento extraño en otro conductor (aunque no llegue a ser kamikaze), anticípate, pon distancia y mantén una conducción defensiva.