comscore

Conducimos el Ford Fiesta Active. Fiesta en el campo

Las ventas de SUV en Ford aumentaron un 24 por ciento en 2017 y ya suponen 1 de cada 5 coches Ford nuevos vendidos en Europa. Pero estas cifras puede que se queden casi en anécdota si tenemos en cuenta que la marca prepara la llegada de nuevos modelos todocamino bajo el paraguas de la denominación Active. Modelos más que interesantes como el Fiesta Active, el Ka+ Active o los nuevos Focus Active 5P y Wagon. Y el que ya hemos podido probar es el primero, el Fiesta Active, que aunque hereda el frontal del Fiesta Titanium con los faros de niebla dispuestos en vertical- horizontal en el resto-, aporta elementos, características y estética específicas como los raíles de techo, las típicas protecciones en la carrocería, unas llantas de aleación únicas, una distancia libre al suelo 18 milímetros mayor que la del chasis estándar del resto de los Fiesta (19 mm dependiendo de la rueda montada) y un interior con materiales técnicos preparados para soportar un ritmo de vida muy activo y todo lo que eso conlleva en cuanto a la utilización de tapicerías, alfombrillas y superficies de alta calidad que aguanten todo lo que los ocupantes sean capaces de manchar con sus bañadores mojados de agua salada, sus botas con kilos de barro o con la arena de playa.

Con tres modos de conducción

Pero el Fiesta Active no se ha conformado sólo con eso ya que incorpora tres modos de conducción seleccionables: un modo Normal, que utiliza la configuración de serie del control de estabilidad ESC y del control de tracción para la conducción del día a día. Un modo Eco que, en combinación únicamente con el cambio manual de seis velocidades, ajusta los parámetros del motor y del acelerador para optimizar el consumo. Y un modo que se ajusta mejor a la personalidad del Fiesta Active denominado Terreno Deslizante, que modifica los ajustes del ECS y del control de tracción para mejorar el agarre en superficies deslizantes con barro, nieve o hielo. El sistema ayuda además, a mejorar el control del coche en curvas o adelantamientos con el suelo resbaladizo para lo que realiza pequeños ajustes en el acelerador y los frenos para evitar subvirajes o sobrevirajes excesivos.

En la práctica, sobre piso con poca adherencia, el modo Terreno Deslizante funciona tan bien como otros sistemas habituales, por ejemplo en el Grupo PSA. Sin embargo al ser de serie no incorpora, como sí lo hacen los sistemas opcionales, unos neumáticos M+S que ayudarían a mejorar todavía más la tracción del Active pero que no se le pueden imponer a todo tipo de público porque sacrificarían aspectos como la frenada o el agarre en seco. Pero aunque Ford no ofrece estos neumáticos ni como opción, sí que, los más aventureros o los que acudan regularmente a practicar deportes de invierno, los pueden montar como accesorio tras la compra.

Con todo, se pueden solventar situaciones complicadas sin demasiados problemas. Y en general la mayor altura del Fiesta Active no sacrifica prácticamente nada el comportamiento del coche a diario y en situaciones normales, incluso circulando rápido en zonas muy viradas de carreteras de montaña. Al margen de que los muelles optimizados con nuevos ajustes y los amortiguadores específicos que cuentan con un nuevo tope de rebote hidráulico para suavizar las sacudidas en caminos muy bacheados, otorgan a la versión más aventurera de Fiesta un gran tacto de conducción. Ford también ha ajustado elementos como la dirección eléctrica, que mantiene una asistencia exquisita sea cual sea el territorio a explorar.

De 85 a 125 caballos

El Fiesta Active está disponible con cinco potencias diferentes. En gasolina el 1.0 Ecoboost de 3 cilindros ofrece potencias de 85, 100 y 125 caballos y el de 100 se puede elegir con cambio manual o automático de 6 marchas. Además, una cuarta variante de este tricilíndrico con 140 caballos se habría dejado en España sólo bajo pedido, aunque lo cierto es que por precio- solo 450 euros más que el motor de 125 CV-, y por agrado y prestaciones, se impone como una de las opciones mecánicas más interesantes. En diésel, el 1.5 TDCi se ofrece con 85 o 120 caballos. El consumo más bajo homologado en gasolina son los 4,6 l/100 km del 1.0 de 85 CV, mientras que en diésel son los 3,6 l/100 km del 1.5 TDCi de 85 CV dotado del sistema Start/Stop que es opcional a este nivel de potencia en diésel.

El nuevo Fiesta Active, como todos sus hermanos, ofrece un despliegue de seguridad sin precedentes en la marca para este segmento. Con cámaras, radares y sensores de ultrasonidos capaces de monitorizar el entorno del vehículo y escanear la carretera hasta una distancia de 130 metros. Es el caso del sistema de Asistente Precolisión con Detección de Peatones, que puede detectar a las personas que se encuentren en la carretera o cerca de ella, o que vayan a cruzar por la trayectoria del vehículo, utilizando la luz de los faros durante la noche.

También está disponible el sistema de Reconocimiento de Señales de Tráfico y las Luces Largas Automáticas, que ahora funciona de manera más eficiente en situaciones donde una barrera central divide los carriles opuestos, y puede detectar camiones que vienen en dirección contraria para evitar deslumbrar a sus conductores. Pero ahí no queda la cosa ya que el Fiesta Active también puede llevar Control de Crucero Adaptativo, Limitador de Velocidad Ajustable, Sistema de Información de Puntos Ciegos, Alerta de Tráfico Cruzado, Alerta de Conductor, Ayuda de Mantenimiento de Carril, Alerta de Mantenimiento de Carril y Alerta de Colisión Delantera.

El Fiesta Active está disponible con dos niveles de acabado Active y Active Plus con precios que sin tener en cuenta los descuentos, oscilan entre los 17.895 y los 21.395 euros. Es decir un incremento de tan solo 100 euros respecto a los Fiesta Titanium.