La llegada de los vehículos eléctricos ha transformado por completo el sector del automóvil. Aunque muchos conductores se sienten atraídos por sus ventajas —menor contaminación, ahorro en combustible o mantenimiento más reducido—, no todos son conscientes de que estos vehículos requieren un tipo de atención técnica muy específica. Llevar un coche eléctrico a cualquier taller convencional puede ser un error si el establecimiento no está preparado para atender las particularidades de estos modelos.
Desde el tipo de formación que deben tener los mecánicos, hasta las zonas habilitadas para trabajar de forma segura con sistemas de alto voltaje, existen una serie de requisitos que cualquier taller debe cumplir para ofrecer un servicio de calidad. Si eres propietario de un coche eléctrico o estás considerando pasarte a uno, toma nota de estos cuatro elementos clave que no deben faltar en el taller al que lleves tu vehículo.
3Herramientas, equipos y protección adecuados

Tan importante como tener técnicos cualificados y zonas habilitadas, es contar con el equipo técnico adecuado. Las herramientas convencionales no siempre son suficientes para trabajar en un coche eléctrico. Es necesario disponer de instrumentos de diagnóstico específicos, multímetros diseñados para medir tensiones elevadas y herramientas con aislamiento homologado para evitar descargas eléctricas.
Además, los técnicos deben estar provistos de Equipos de Protección Individual (EPIs) especiales: guantes dieléctricos, calzado aislante, gafas de protección y ropa sin partes metálicas. Este conjunto de materiales no solo mejora la seguridad, sino que permite trabajar con mayor precisión y confianza. Invertir en este tipo de equipos es una garantía tanto para el taller como para el cliente.