Si eres fan del cine, probablemente hayas visto alguna vez una de las típicas películas americanas con autopistas interminables y camiones con morro largo y cromado. ¿Te has preguntado por qué en Europa son tan distintos? Aquí, la gran mayoría tienen una cabina plana y sin ese morro tan prominente que tanto llama la atención.
¿Crees que es una cuestión de estética? En absoluto. Y hay camioneros que llevan años recorriendo las carreteras europeas que lo explican. La respuesta rápida es por una mezcla de leyes, necesidad de espacio y funcionalidad. Y no es que en Europa dejemos a un lado la cuestión estética, sino que preferimos la funcionalidad. Y si eres camionero y alguna vez te ha tocado girar en una rotonda estrecha con una carga de 40 toneladas, sabes de lo que hablamos.
3Dos formas de vivir el camión

Al final, entre España y Estados Unidos las diferencias son grandes en muchos aspectos. Y también en la manera de vivir el oficio de camionero a un lado y al otro del océano. En Estados Unidos, muchos camioneros son autónomos; compran su propio camión, lo personalizan y pasan días o semanas viviendo en él. El camión es su casa, su oficina y su seña de identidad. Por eso lo decoran, le ponen luces, vinilos, bocinas y todo lo que sea necesario para que destaque.
Aquí en Europa es muy diferente. Aunque hay camioneros autónomos, la mayoría trabaja para empresas o dentro de flotas que priorizan la funcionalidad. El camión es una herramienta de trabajo, no una continuidad de la personalidad del conductor. Por eso, casi todos los camiones son iguales, discretos y prácticos.
En resumen: los camiones europeos no tienen morro porque la ley no lo permite, las carreteras no lo soportan y la forma de trabajar de los camioneros españoles (y europeos) no lo necesita. Quizá no son tan espectaculares como los americanos, pero están pensados para funcionar bien en el entorno que tenemos. Y eso, al fin y al cabo, es lo que cuenta.