Probablemente con mucho acierto, Audi defiende que los modelos de mecánica PHEV no son una tecnología de transición hasta que los vehículos eléctricos se vuelvan claramente más baratos o alcancen una autonomía adecuada para la conducción diaria en sus distintas modalidades, sino que los híbridos enchufables, que ya son un complemento útil en las gamas actuales y suponen una contribución significativa a la movilidad sostenible, seguirán siendo a corto, medio y largo plazo la solución ideal para muchos usuarios, al permitir, por un lado, cubrir rutas en modo totalmente eléctrico y con cero emisiones locales gracias a los puntos de carga en casa o en el trabajo; y, por otro, adaptarse a la conducción de larga distancia gracias a sus motores de gasolina. Y, en todo caso, la evolución en cuanto a la capacidad de las baterías y la gestión del sistema de propulsión ha hecho que la autonomía eléctrica haya aumentado notablemente en los últimos años, un proceso que continuará en los próximos años, según la marca alemana. De hecho, anuncia que en la siguiente generación de modelos PHEV las baterías tendrán tamaños similares a los actuales pero permitirán duplicar prácticamente la autonomía, hasta moverse en el entorno de los 80 kilómetros de alcance con electricidad (hoy el máximo en la marca son 59 kilómetros, según el ciclo de homologación WLTP) y sin que los procesos de recarga se alarguen en idéntica proporción.
Cinco modelos por ahora
En la actualidad,cinco modelos de Audi se benefician ya de mecánicas híbridas enchufables, siempre con tracción total Quattro, aunque podríamos dividirlos en dos grupos en base al motor de gasolina usado y al tipo de transmisión. Por un lado, Q5 (ahora renovado estética y tecnológicamente), A6 y A7 Sportback, que en la parte de gasolina recurren a motores de cuatro cilindros asociados al cambio automático S Tronic de doble embrague con 7 velocidades. Por otro lado, Q7 y A8, en los que encontramos motores de gasolina de seis cilindros en V y el cambio automático Tiptronic de 8 marchas.
Y en ambos grupos de modelos TFSie se esperan novedades para los próximos meses, pues antes de acabar el año se comercializará el nuevo A3 con mecánica PHEV (habrá dos niveles de potencia, como sucede en todos los Audi híbridos enchufables a excepción del A8), que combina un motor de gasolina 1.4 turboalimentado de cuatro cilindros con un motor eléctrico; y ese mismo sistema propulsor se extenderá algo después (ya en 2021) al Q3. En principio, sin tracción Quattro tanto en el A3 como en el Q3. En cuanto a los TFSie grandes, también en 2021 podría estar listo el Q8 de mecánica híbrida, que toma como base un motor V6 de gasolina y lógicamente si pondrá en juego la tracción a las cuatro ruedas.
Y no acaba ahí la relación de novedades previsibles en la gama PHEV de Audi, pues para el futuro se anuncian, incluso, modelos ultradeportivos RS equipados con mecánicas híbridas enchufables, aunque sobre eso la firma de Ingolstadt prefiere no adelantar más datos todavía.
Audi explica también que la tecnología de los híbridos enchufables seguirá evolucionando, y buena prueba de ello son las mejoras que introducen sus últimas versiones TFSi en lo relativo a la gestión térmica o, por ejemplo, gracias a la incorporación de sistemas complementarios como el PEA (Predictive Efficiency Assist), que podríamos definir como Asistente de Eficiencia: tiene como objetivo influir en la propulsión y la recuperación de energía para adaptarse a los datos de la ruta de navegación predictiva. Así, se tienen en cuenta las señales de límites de ciudad, las intersecciones, las rotondas, las curvas e incluso las pendientes, y todo eso se combina con los límites de velocidad del tramo por el que circulamos y por el que vamos a hacerlo en breve, y con la presencia detectada por radar de otros vehículos delante del nuestro, de modo que el conductor recibe información sobre la conveniencia o no de seguir acelerando, y gracias a un impulso háptico en el pedal acelerador el vehículos nos propone levantar el pie del pedal.
Asistente de Eficiencia
De hecho, cuando elegimos un destino y una ruta en el navegador de un Audi PHEV con Asistente de Eficiencia, el sistema prepara un plan aproximado para toda la ruta y otro más detallado para los próximos kilómetros, recomendando al conductor qué hacer en cada caso para administrar mejor la propulsión y favorecer la recuperación de las deceleraciones con el propósito de optimizar la conducción eléctrica en áreas urbanas para alcanzar el destino con la batería casi vacía, pues el máximo de eficiencia se logra cuando la recarga requiere la máxima cantidad posible de energía eléctrica.
Recarga que en los Audi PHEV actuales, dotados de baterías de 14,1 kWh (solo el Q7 recurre a una mayor, con 17,3 kWh) supone dos horas y media si empleamos un cargador trifásico de corriente alterna de 400 voltios con una potencia de 7,4 kW, mientras que en una toma de corriente doméstica de 230 voltios, el proceso de carga se completa en seis horas y media aproximadamente.
Pero además de pensar en las recargas diarias en casa o en el trabajo, o en ambas localizaciones, de cara a movimientos urbanos, Audi también ha pensado en la recarga durante los viajes en carretera, que podremos completar con el motor de gasolina pero que siempre resultarán más económicos y respetuosos con el entorno si podemos recargar en ruta. Y, para ello, los servicios de carga e-tron Charging Service de Audi ofrecen a los modelos PHEV acceso con tarjeta a unos 137.000 punto de carga en 25 países europeos. Y es que además del sistema de carga Compact con cable para tomas de corriente doméstica e industrial, el equipamiento de serie de todos los modelos TFSIe incluye un cable Modo 3 con un enchufe Tipo 2 para estaciones de carga públicas.
