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Así es el nuevo Range Rover Evoque

Con el primer Evoque, lanzado en 2010, Land Rover cosechó uno de esos éxitos comerciales de los que se hablará en los libros de historia, y del que son buen ejemplo las 772.000 unidades vendidas hasta la fecha. Su presencia cuajó tanto en el público que varias marcas se apuntaron al segmento de los SUV compactos y Premium de aspecto deportivo, y la propia marca extendió su estética a otros vehículos más grandes llegados después, culminando en el vanguardista Velar. Un Velar que ahora sirve en cierto modo de inspiración al crear este segundo Evoque, que, todo hay que decirlo, guarda un claro parecido con su antecesor: si algo funciona… ¿para qué cambiarlo?

Pero que la estética, aunque modernizada, siga por el mismo camino no significa que el Evoque no haya evolucionado, pues lo ha hecho, y en todos los capítulos. Sigue siendo compacto, con sus 4,37 metros de longitud por 1,90 de ancho y 1,65 de alto, pero la distancia entre ejes se alarga 21 milímetros, lo que se traduce en un poco más de hueco para las piernas en la segunda fila. E incluso el maletero, que ya era amplio para la talla del coche, aumenta un 10 por ciento gracias a su mayor anchura (cabe una bolsa de palos de golf) hasta homologar 591 litros, y 1.383 si abatimos por completo el respaldo posterior, divisible en secciones 40/20/40. Asimismo, se ha potenciado la funcionalidad interior con nuevos espacios, y de mayor tamaño, para colocar cosas.

Nueva arquitectura pensando en la electrificación

Es clave también el estreno de la nueva arquitectura Premium Transverse Arquitecture, con un chasis un 13 por ciento más rígido que en el modelo anterior y diseñada pensando en la electrificación. De hecho, todas las versiones disponibles desde el lanzamiento, tanto en diésel como en gasolina, serán del tipo Mild Hybrid (MHEV) con batería de 48 voltios, una solución ligada a la transmisión automática (el Evoque diésel de 150 CV con tracción delantera y caja manual que se sumará en septiembre de 2019 no será MHEV) y basada en la recuperación de la energía normalmente perdida durante las deceleraciones gracias a un sistema integrado generador/motor eléctrico accionado por correa y que guarda esa energía en una batería ubicada bajo el habitáculo. En deceleraciones, cuando la velocidad baja de 17 km/h el motor se desconecta, y es cuando el conductor inicia de nuevo la aceleración cuando la energía almacenada se emplea para apoyar la ganancia de velocidad y reducir el consumo. De ese modo, los Evoque MHEV, todos con tracción total, parten de un consumo de 5,6 l/100 y de unas emisiones de 149 g/km; apenas un poco más que el Evoque de tracción delantera, que anuncia 5,4 l/100 km y 143 g/km de CO2.

Y en marzo de 2020 estará disponible el Evoque PHEV, híbrido enchufable, basado en un motor tricilíndrico de gasolina y que gracias a su batería de mayor capacidad permitirá circular en modo eléctrico, libre de emisiones. En cualquier caso, la gama de lanzamiento (siempre con el cambio automático de nueve velocidades, que ha sido revisado) ya será muy completa, pues en diésel incluye variantes de 150, 180 y 240 caballos a partir de su motor Ingenium de dos litros; y en gasolina, el motor Ingenium, también de dos litros, se ofrece con 200, 249 y 300 CV, permitiendo este último prestaciones de auténtico deportivo, como aceleración de 0 a 100 km/h en 6,6 segundos y velocidad punta de 242 km/h, a pesar de que el nuevo Evoque no es precisamente ligero, pues las versiones 4WD anunciadas se mueven entre 1.845 y 1.925 kilos, y el Evoque Td4 150 2WD Manual que llegará más tarde pesa 1.787 kilos.

Pero la tecnología avanzada del Evoque no se limita a la parte mecánica, pues su equipamiento presume, incluso, de primicias mundiales. Una es el ClearSight Ground View, sistema basado en el concepto Capó Transparente que usaba el Discovery Vision de 2014, y que mediante unas cámaras situadas en la parrilla delantera y en los espejos de las puertas permite proyectar en la pantalla táctil central la imagen que existe justo por delante del paragolpes e incluso debajo del vehículo; de modo que con esa representación virtual de 180 grados podremos enfrentarnos mejor a terrenos muy complicados o controlar siempre dónde están los bordillos de la acera.

Con tecnologías innovadoras

Asimismo, el nuevo espejo interior inteligente ClearSight se transforma en una pantalla de video HD con solo tocar un botón, pues a partir de ese instante muestra en el retrovisor central las imágenes que capta una cámara trasera, de manera que la visión del conductor no se ve condicionada por los ocupantes de la segunda fila o por grandes bultos transportados en el maletero. La imagen capta un campo de visión de 50 grados, y se mantiene nítida incluso bajo condiciones de luz adversas. Además, ha sido ubicada en un lugar protegido del agua o el barro, e incluso recibe un tratamiento hidrófugo que repele el agua pulverizada por la rodadura. Y en el supuesto de que se haya ensuciado, basta pulsar de nuevo el botón del espejo para que éste vuelva a ser eso: un espejo.

Siguiendo con el interior, encontramos también el nuevo sistema de infoentretenimiento Touch Pro Duo, que combina dos pantallas táctiles de alta definición de 10 pulgadas con la pantalla de 12,3 pulgadas que oficia de instrumentación tras el volante y el sistema head-up display. Y la integración del Smartphone se realiza ahora mediante Apple CarPlay y Android Auto, existe un soporte Click & Go que permite recargar tabletas, podemos conectar hasta ocho dispositivos gracias al punto WiFi 4G y por el interior se reparten nada menos que seis puertos USB. En cualquier caso, el equipamiento variará en función del nivel de acabado elegido, que arranca en el S, continúa con el SE y termina en el HSE; aunque también habrá versiones R-Dynamic que incrementan las posibilidades personalización.

Y, como buen Land Rover, el nuevo Evoque no descuida su capacidad todoterreno. De hecho, las mejora, pues la altura libre al suelo es de 21,2 centímetros, el ángulo de ataque es de 22,2 grados y el de salida anuncia 30,6 grados, y la profundidad de vadeo, que antes era de 50 centímetros, es de 60 en el nuevo modelo, que también ofrece opcionalmente el sistema Wade Sensing, capaz de medir la profundidad del agua por el que circulamos. Además, el Terrain Responde 2 será de serie en las versiones automáticas de cambio AWD, y permite elegir entre cuatro tipos de superficie (Confort, Arena, Hierba-Gravilla-Nieve y Barro-Roderas), al margen de un quinto programa, nuevo, que se llama Auto y va ajustando automáticamente la respuesta de la tracción al escenario.

Decir, por último, que la suspensión también ha sido completamente redefinida, pues delante las columnas MacPherson Hydro disponen de cojinetes hidráulicos para minimizar las vibraciones circulando a alta velocidad, mientras que la suspensión trasera Integral Link separa las fuerzas laterales y longitudinales para optimizar el control y la agilidad, generando, según la marca, más confort y confianza. Y el sistema Adaptive Dynamics, también disponible, combina una serie de sensores inteligentes con los amortiguadores de la suspensión variable para monitorizar las condiciones de la carretera cada 100 milisegundos. De ese modo, ajusta los amortiguadores constantemente en función del tipo de terreno, el estado de la superficie por la que circulamos o el ritmo de marcha.