Aparcar la moto se está convirtiendo en una tarea cada vez más complicada. Las reducidas dimensiones de la moto siempre han sido una ventaja para moverse por ciudad, garantizando un tránsito más fluido en los atascos y también facilidades a la hora de encontrar aparcamiento. Pero en los últimos años, los ayuntamientos han ido restringiendo, cada vez más, la labor de aparcar.
Muchos consistorios están implementando restricciones a la hora de aparcar las motocicletas. Los coches no son los únicos que sufren para encontrar sitio. Cada vez más ayuntamientos impiden a las motos estacionar en las aceras o fuera de las plazas delimitadas para ellas. Por lo que muchos moteros acaban llevándose una multa de aparcamiento en los sitios más insospechados.
No se puede amarrar la moto a una farola o banco
Si tienes una moto, y quieres dejarla en la calle asegurándote de que nadie te la sustraiga, tendrás que tener cuidado con el sistema antirrobo que empleas y con dónde lo colocas. Utilizar cadenas, candados, cerrojos o dispositivos antirobo inapropiados pueden provocar que te encuentres con una multa cuando vuelvas a coger tu moto.
Si no quieres llevarte una sanción innecesaria, debes tener claro que no se puede amarrar la moto al mobiliario urbano. Por ejemplo, no puedes asegurar la moto con una cadena atacada a una farola o a un banco. Dejar la moto anclada al mobiliario urbano supone una sanción leve que conlleva una multa de entre 30 y 100 euros. La cuantía económica no es muy elevada, pero hay otras opciones más seguras y legales para dejar tu moto bien asegurada. ¿Quieres conocerlas?
