Las vacaciones de Navidad abren un periodo de descanso que provoca miles de desplazamientos para juntarnos con la familia. Y, lamentablemente, también traen consigo numerosos accidentes de tráfico. Los más letales ocurren en las carreteras convencionales. Siete de cada 10 muertes en siniestros viales ocurren en este tipo de vías, según datos facilitados por la DGT.
Y lo peor de esta estadística es que prácticamente un 90 por ciento de los accidentes ocurren por errores humanos al volante. Estas son las infracciones que se comenten al conducir y que provocan un mayor números de siniestros con víctimas mortales y heridos de gravedad.
Circular con una velocidad excesiva
La velocidad excesiva es la causa que más accidentes ocasiona. Es un dato que revela la propia DGT. El hecho es que tanto los coches, como las carreteras, son cada día más seguros. No parece lógico que los límites de velocidad sean los mismos en muchos tramos que los de hace décadas, pero ese es otro debate.
En cualquier caso una velocidad excesiva siempre es un peligro. Suelen ser acciones de máxima gravedad cuando se producen. Y en muchos casos no está involucrado otro vehículo porque el accidente se produce por una salida de la vía. Dependiendo de lo que nos encontremos fuera, así será la gravedad del percance. Si volcamos o chocamos contra un árbol la cosa se complica.
Casi peor es que por un exceso de velocidad invadas al carril de sentido contrario y choques contra otro vehículo de frente. Es el peor de los escenarios y el que se debe evitar a toda costa. Es preferible dar un volantazo y salirte de la carretera que colisionar de frente, por mucho que intentes frenar.
En este caso los sistemas de seguridad no tienen margen apenas para reaccionar, aunque ya hay asistentes que actúan sobre la dirección para evitar ese tipo de colisiones. De cualquier modo este tipo de asistente ADAS todavía no es un elemento que se ofrezca de serie en la mayor parte de los coches generalistas.
Saltarse una señal de Stop de la DGT
Otro de los accidente que más mortalidad conlleva es el de saltarse la señal de Stop. Parece mentira que así sea, pero la DGT nos avisa de que es un acto que se produce, lamentablemente, con más frecuencia de lo que parece. En 2020 se produjeron más de 1.000 incidentes con víctimas por este motivo.
Todavía son muchas las carreteras, sobre todo comarcales y locales, en el ámbito rural que tienen señales de Stop en los cruces. Este tipo de intersecciones exigen una atención especial. Si vamos entretenidos con algo, hablando o simplemente pensando en cualquier cosa, es fácil que nos encontremos de golpe con una señal de Stop y ya no nos dé tiempo a detenernos por completo.
Este tipo de señalización debe estar anunciada con anterioridad. Sin embargo, una distracción puede ser fatal, sobre todo para los ocupantes que ocupan el lado lateral del impacto. Y hay que tener en cuenta que en ese tipo de carreteras interurbanas también es habitual que circulen ciclistas, motos o, incluso, vehículos agrícolas.
Adelantar de manera inapropiada
La maniobra de adelantamiento es la más peligrosa al volante. Si la realizamos como debe ser no habrá problema, pero no siempre es así. A todos nos ha pasado alguna vez que hemos apurado más de la cuenta, o hemos calculado mal, y nos hemos llevado un buen susto.
El primer paso para realizar un adelantamiento sin peligro es tener una perfecta visibilidad. Incluso aunque la señalización nos permita adelantar, si no estamos seguros de tener una completa visión de la carretera, es mejor esperar.
Y una vez que nos decidimos hay que realizar la maniobra con determinación. Pisar con ganas el acelerador y reducir de marcha para incrementar la respuesta del vehículo. Todavía hay conductores que no reducen al adelantar, y ante un imprevisto el coche se quedará sin respuesta porque el régimen de giro del motor es demasiado bajo. Vital reducir, coger ‘carrerilla’ y una vez que hemos regresado a nuestro carril, subir de marcha.
En el caso de que nuestro vehículo tenga cambio automático basta con pisar a fondo el acelerador, para que entre la función ‘kick-down’, que de inmediato bajará marchas para protagonizar una respuesta más contundente del motor.
Si no lo hacemos correctamente corremos el riesgo de la temida colisión frontal. También habrá quien intente volver al carril antes de tiempo, con el riesgo de colisión o de echar de la vía al vehículo que estamos adelantando. Por cierto, el coche adelantado debe facilitar el regreso al carril del vehículo que adelanta, señala la DGT.
Hay conductores que son adelantados en zonas prohibidas, con baja visibilidad o con un mal cálculo de la maniobra. Da igual. Lo importante es evitar un accidente. No vale de nada apurar, o incluso acelerar para evitar que nos adelanten, por muy mal que lo estén haciendo. En caso de accidente grave llegarán luego los remordimientos.
