La primera edición de las 6 Horas Suzuki, una competición todoterreno de regularidad para periodistas del motor disputada con los Suzuki Jimny Pro, se ha celebrado en un ambiente de cordialidad y éxito. En total fueron 33 los profesionales de la información, repartidos en siete equipos, los que compitieron con esos vehículos a lo largo de tres exigentes circuitos todoterreno, certificados para la ocasión en la Finca Montealegre (Toledo). Y lo mejor, no hubo ningún abandono, demostrando la robustez del modelo protagonista de esta competición.
20 Aniversario de Suzuki Ibérica
Esta prueba forma parte de las numerosas celebraciones del 20 Aniversario de Suzuki Ibérica y tiene un claro guiño hacia la Prensa, que ha acompañado a la marca japonesa desde su inicio en nuestro país.
Al llegar a la Finca Montealegre nos esperaba el sorteo de equipos y un completo ‘briefing’ para conocer el reglamento de la prueba. Esta constaba de tres recorridos diferentes, el último algo más técnico. El primero contemplaba 6,24 kilómetros, el segundo otros 6,3 y el último 5 kilómetros más.
Obligado siempre dos protagonistas del mismo equipo por coche y todos tenías que conducir al menos una hora. El objetivo era completar cada giro pasando por la línea de meta y clavando, o al menos intentarlo, los tiempos por vuelta que marcaba la organización. En cada recorrido nuestro equipo pudo completar cuatro giros para que los cuatro miembros del equipo se pusieran al volante del Jimny Pro. El paso por boxes era controlado para no superar una velocidad excesiva. Además era obligatorio limpiar el cristal en cada relevo.
Los trazados combinaban pistas de tierra limpias, con otras zonas más técnicas y complicadas. Incluso zonas rotas con piedras y surcos que dificultaban mantener la velocidad media prevista. En cualquier caso el Jimy Pro se comportó como lo que es, un mini-todoterreno de 3,48 metros de largo, tracción total, caja reductora (no hizo falta utilizarla) y un peso ligero inferior a los 1.200 kilos. También montaba neumáticos Bridgestone enfocados para este tipo de ‘conducción’.
Una ‘gymkana’ paralela muy divertida
La cosa no se quedaba ahí. Además de las pruebas de regularidad, la organización tenía preparada una ‘carrera’ paralela en forma de ‘gymkana’ con cuatro pruebas en las que había que demostrar una habilidad extra. Divertidísimo.
No era fácil. Primero había que conducir un Suzuki con dirección en el eje trasero, que la gestionaba un participante sentado mirando hacia atrás con su propio volante. Otro coche tenía la dirección al revés (si girabas el volante hacia la derecha el vehículo giraba a la izquierda) y para complicarlo todo más, el copiloto era el que tenía que utilizar el cambio y los pedales.
La tercera prueba era afrontar un recorrido off-road con subidas, bajadas, trialeras, cruces de puentes, fuertes inclinaciones… con un cesto en el capó lleno de pelotas de tenis. El reto era concluir el trazado con el mayor número de pelotas en el recipiente. Y, por último, el Jimny Pro se convertía en un auténtico delantero centro para tirar penaltis. Había que golpear un balón gigante con el ‘morro’ del coche y de manera certera para tratar de meterlo en una portería. En dos minutos había que conseguir el mayor número posible de dianas.
Estas cuatro pruebas puntuaban en paralelo y se sumaban a los puntos obtenidos en la prueba de regularidad. Nuestro vehículo recorrió algo más de 140 kilómetros sin rechistar y al concluir nos quedamos a las puertas del podio con un sufrido cuarto puesto.
En cualquier caso, y como anunciaba el artículo 1 del reglamento, era imprescindible el buen rollo y la diversión en una jornada que se convirtió en una fiesta del motor, pese al sol de justicia y las altas temperaturas que acompañaron al evento.