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Las 5 multas más comunes de la DGT

En las carreteras españolas, ciertas infracciones se repiten con más frecuencia que otras, y la Dirección General de Tráfico (DGT) permanece vigilante para garantizar la seguridad vial. Hoy, desgranamos cuáles son las cinco multas más comunes que impone la DGT, para que los conductores tomen nota y las eviten. Más allá del simple pago de una sanción, recordemos que estas multas se traducen en puntos menos en el carnet y, lo más importante, en riesgos evitables en la carretera.

EXCESO DE VELOCIDAD: LA INFRACCIÓN NÚMERO UNO

EXCESO DE VELOCIDAD: LA INFRACCIÓN NÚMERO UNO

El exceso de velocidad se sitúa como la infracción más habitual sancionada por la DGT. Las carreteras españolas cuentan con un complejo sistema de radares fijos y móviles que controlan si los vehículos superan los límites establecidos. El coste económico de estas multas puede ser significativo; sin embargo, lo que preocupa en mayor medida son las consecuencias para la seguridad vial, ya que la velocidad es un factor clave en la gravedad de los accidentes.

Otro aspecto a tener en cuenta es que, a mayores velocidades, las multas incrementan su cuantía y la cantidad de puntos que se restan del carnet de conducir. El límite de velocidad en autopistas y autovías es de 120 km/h, mientras que en carreteras secundarias y urbanas, los límites varían y pueden ser objeto de confusión para algunos conductores, lo que subraya la necesidad de estar siempre atentos a la señalización.

Las campañas de concienciación y las iniciativas para promover el respeto a los límites de velocidad continúan siendo un pilar fundamental en la estrategia de la DGT. La prevención a través de la educación vial busca, a largo plazo, disminuir la incidencia de estas multas y, en consecuencia, los accidentes de tráfico.

EL OLVIDADO CINTURÓN DE SEGURIDAD, PRIORITARIO PARA LA DGT

A pesar de las campañas de concienciación, el uso del cinturón de seguridad es otra de las faltas frecuentes entre los conductores y pasajeros de vehículos. Su uso es obligatorio en todos los asientos, y su omisión se castiga con multas económicas y pérdida de puntos. Paradójicamente, es un elemento de seguridad probado que consideramos esencial, pero que aún se ignora con demasiada facilidad.

El no uso del cinturón está vinculado estrechamente con lesiones graves en caso de accidente. Su correcto uso reduce a la mitad el riesgo de muerte en colisiones. Por ende, desde la DGT se insiste particularmente en que abrocharse el cinturón es un acto que salva vidas y debería ser un automatismo para todo aquel que sube a un vehículo.

Las cámaras instaladas en carreteras juegan un papel fundamental en la detección de esta infracción. Estas cámaras no solo captan la velocidad, sino que también están diseñadas para detectar si los ocupantes del vehículo llevan puesto el cinturón de seguridad. La tecnología se pone así al servicio de la prevención y la seguridad.

USO DEL MÓVIL AL VOLANTE: PELIGRO CONSTANTE

USO DEL MÓVIL AL VOLANTE: PELIGRO CONSTANTE

En la era de la constante conectividad, el uso del teléfono móvil al volante se ha convertido en una de las prácticas más peligrosas y sancionadas. Manipular el móvil mientras se conduce distrae la atención de la carretera, aumentando significativamente el riesgo de accidentes. Las sanciones por usar el móvil al volante son severas, incluyendo multas económicas y la sustracción de puntos del carnet de conducir.

Las autoridades de tráfico advierten de que incluso las acciones más sencillas, como consultar el GPS o cambiar una canción, pueden resultar en una distracción fatal. Por ello, se recomienda configurar todo lo necesario antes de iniciar la marcha y hacer uso de los sistemas de manos libres y otras tecnologías que permiten evitar la manipulación directa del dispositivo.

Hoy en día, la DGT equipa sus vehículos y dispositivos de vigilancia con tecnología capaz de identificar a conductores usando su teléfono móvil. Esta infracción, que podría parecer menor frente a otras más evidentes, es tomada muy en serio debido a su alta correlación con los accidentes de tráfico.

Las autoridades insisten en la sensibilización y educación de los conductores acerca de los peligros del móvil al volante. Muchas campañas se centran en el impacto emocional que dichas conductas imprudentes pueden tener, buscando generar un cambio de actitud más que imponer simplemente una sanción económica. Sin embargo, la prevalencia de esta conducta demuestra que aún hay mucho trabajo por hacer para erradicarla completamente.

DESVÍO POR ALCOHOLEMIA Y SUSTANCIAS PROHIBIDAS

Uno de los asuntos que más preocupa a las autoridades es el de la conducción bajo los efectos del alcohol o de sustancias psicotrópicas. La DGT establece controles específicos en los que se realizan pruebas de alcoholemia y detección de drogas, siendo esta una de las causas principales de siniestralidad en la carretera. Las sanciones por dar positivo en estas pruebas son severas y pueden llegar incluso a la retirada del carné de conducir y a penas de prisión, dependiendo de la gravedad del caso.

La alcoholemia es una causa evitable de accidentes, y por ello la legislación española establece límites muy bajos de concentración de alcohol en sangre para los conductores. La misma lógica se aplica al consumo de drogas, donde cualquier rastro detectado en el organismo conlleva sanciones importantes. Estos controles son fundamentales para prevenir accidentes, ya que restringen la posibilidad de que conductores bajo la influencia puedan poner en riesgo su vida y la de terceros.

Una dimensión poco abordada, pero no menos importante, es la problemática social que subyace al consumo de alcohol y drogas. Esto requiere un enfoque que trascienda lo punitivo y busque soluciones en el terreno de la prevención y la educación, involucrando a distintos actores de la sociedad.

CIRCULANDO SIN LA ITV EN REGLA

CIRCULANDO SIN LA ITV EN REGLA

Otra infracción frecuente es circular con la Inspección Técnica de Vehículos (ITV) caducada, lo que implica una sanción económica y puede conllevar la inmovilización del vehículo si se considera que no reúne las condiciones necesarias para circular. La ITV no es solo un requisito burocrático, sino una medida que asegura que los vehículos en la carretera cumplen con los estándares mínimos de seguridad y emisiones, protegiendo así tanto al medio ambiente como a los usuarios de las vías.

El desconocimiento del estado de la ITV, o la postergación de su renovación, no eximen a los conductores de la responsabilidad y las posibles consecuencias. Es recomendable llevar un control estricto de las fechas y acudir a los centros de inspección con el tiempo suficiente para corregir posibles deficiencias. La revisión periódica del vehículo debería ser vista como una parte esencial de su mantenimiento y no como una mera obligación legal.

PARKING CREATIVO: INFRACCIONES DE ESTACIONAMIENTO

El estacionamiento inadecuado es una infracción que, si bien puede parecer menor, tiene un impacto significativo en la movilidad urbana y puede ser sancionado con multas y la retirada del vehículo. Aparcar en doble fila, en zonas reservadas para personas con movilidad reducida, o en lugares expresamente prohibidos son ejemplos de estacionamientos que incumplen la normativa.

Es relevante entender que estos actos no solo representan una falta de consideración hacia otros conductores, sino que pueden generar situaciones de riesgo, obstruir el tráfico y dificultar el acceso de servicios de emergencia. Precisamente por ello, las autoridades realizan un control riguroso de estas prácticas, y la tecnología de vigilancia juega aquí también un papel importante.

Los ayuntamientos y las instituciones trabajan en la creación de áreas de aparcamiento y en la regulación del espacio público para facilitar una convivencia armónica. La innovación en sistemas de parquímetros y aplicaciones móviles busca simplificar la gestión del estacionamiento, pero siempre bajo el paraguas de una normativa que persigue un orden y respeto fundamental en las calles.

Para cerrar, es oportuno recordar que detrás de cada multa hay un propósito claro de proteger la vida y promover prácticas responsables al volante. Educar e informar son las mejores estrategias para reducir la siniestralidad y conseguir que las carreteras españolas sean espacios más seguros para todos. La prevención y el respeto a las normas de tráfico deben ser los pilares de la cultura vial que perseguimos, en un esfuerzo conjunto entre autoridades, conductores y sociedad.