Como cada temporada ha tenido lugar en el aeródromo de Sywell, cerca de Northampton, una nueva edición del Supercar Fest The Runway, un multitudinario evento en el que se valora la capacidad de aceleración y la velocidad máxima de los automóviles que allí se dan cita. Sin lugar a dudas el escenario perfecto para una criatura tan extraordinaria como el RML P39, un maravilloso bólido nacido sobre la base de un Porsche 911 Turbo S de la generación 992.1 y que ha visto la luz ante el gran público por vez primera.
No es ni mucho menos la primera vez que hablamos de este impresionante P39, como tampoco es la primera vez que hablamos de RML Group, los padres de semejante maravilla de la ingeniería de la que tan solo se van a construir 39 unidades. Y es que esta empresa de ingeniería con una larga trayectoria en el mundo de la competición también ha estado detrás de dar forma a iconos como los Saleen S7, Nissan Juke R, Nissan Deltawing… Por no hablar de sus últimos proyectos como el RML Short Wheelbase, que lleva a pleno Siglo XXI una leyenda de la talla del Ferrari 250 GT.
RML toma como punto de partida un 911 Turbo S para crear este P39
La verdad es que no hay mucho más que añadir sobre este RML P39, una criatura que como hemos dicho toma como punto de partida un deportivo cuyo corazón 3.8 Bóxer Biturbo es capaz de ofrecer 650 CV de potencia y 800 Nm de par motor. Cifras sin duda insuficientes para la compañía británica, quien ha modificado hasta la saciedad dicho corazón que ahora inyecta hasta 920 CV de potencia a 7.300 rpm y 1.000 Nm de par motor a 4.500 rpm en sus modos de conducción Sport y Sport+. Y es que en los programas Wet y Normal ha de conformarse con unos más que civilizados 600 y 705 CV respectivamente, que son enviados a su sistema de tracción a las cuatro ruedas por medio de un cambio automático de doble embrague PDK con 8 velocidades.
Los especialistas en aerodinámica de RML Group también se han esforzado para modificar los detalles claves a la hora de dar forma a este P39, capaz de generar una carga aerodinámica de más de 920 kilos cuando circula a 285 km/h. Este detalle, sumado a las prestaciones mejoradas y a una puesta a punto mucho más extrema que en un Porsche 911 Turbo S hacen que este RML P39 sea una criatura realmente rápida, cosa que dejan claro con la intención de parar el crono del circuito de Nürburgring en un tiempo de 6 minutos y 45 segundos. Lo que vienen a ser cuatro segundos menos de lo que demanda un Porsche 911 GT3 RS y 32 menos que el elegido para dar vida a esta joya que comenzará a ser entregada a sus primeros clientes en cuanto pase el verano.