La conducción está cambiando. Uno de los grandes protagonistas de esta transformación es el sistema de velocidad dinámica. Hasta hace poco, el límite en autovías y autopistas estaba grabado a fuego en carteles metálicos fijos: 120 km/h. Sin embargo, esa rigidez choca con la realidad de la carretera, donde el tráfico, el tiempo e incluso la contaminación modifican constantemente las condiciones de seguridad.
Por eso, cada vez más tramos de la red viaria española apuestan por la velocidad dinámica, un sistema que ajusta el límite máximo en función de lo que ocurre en tiempo real. El concepto no es nuevo en Europa, pero es ahora cuando empieza a hacerse un hueco en nuestro país. Y con él, también llegan dudas, despistes… y multas para quienes no prestan suficiente atención.
6El futuro de la velocidad en carretera

La implantación de la velocidad dinámica apenas está comenzando en España, pero todo apunta a que se expandirá a más tramos en los próximos años, especialmente en las zonas de alta siniestralidad y en accesos a grandes ciudades. El objetivo no es solo reducir los accidentes, sino también avanzar hacia la llamada ‘Visión Cero’: cero muertes en carretera.
Además, desde 2024, todos los coches nuevos vendidos en la Unión Europea incorporan el sistema ISA (Intelligent Speed Assistance), capaz de leer señales de tráfico y avisar si se supera la velocidad. En combinación con la velocidad dinámica, esto supone un salto hacia un futuro en el que la carretera y el vehículo estarán siempre conectados para proteger al conductor.