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sábado, 15 noviembre 2025

Porsche Cayenne Electric: Adiós a los cables, llega la carga inalámbrica

Para facilitar el proceso, la marca de Stuttgart ha desarrollado un sistema de guiado visual mediante la cámara de aparcamiento Surround View.

La próxima generación del Porsche Cayenne, del que ya hemos visto su interior, marcará un nuevo paso en la electrificación de la marca alemana, no solo por su mecánica totalmente eléctrica, sino también por la incorporación de una tecnología que promete transformar la experiencia diaria de uso: la carga inalámbrica. Porsche ofrecerá este sistema como equipamiento opcional en el futuro Cayenne Electric (será presentado el 19 de noviembre de 2025), un SUV que convivirá con las versiones híbridas y de combustión, y que permitirá recargar la batería sin enchufes, sin cables y sin esfuerzo.

La idea es tan simple como revolucionaria: dos bobinas de cobre generan un campo magnético entre una placa base instalada en el suelo y un receptor situado en los bajos del vehículo. A través de ese campo se transmite la energía a la batería, sin ningún tipo de contacto físico. El resultado es que bastará con aparcar el coche correctamente sobre la placa para que la carga comience de forma automática.

El sistema diseñado por Porsche consta únicamente de dos componentes: una placa base y un receptor ubicado detrás del eje delantero. Según Christian Holler, director de sistemas de carga, “Porsche es actualmente el único fabricante que ofrecerá un sistema de carga inalámbrica con una única unidad compacta de 11 kW”. Su funcionamiento se inspira en tecnologías de uso cotidiano, como las bases de inducción para teléfonos móviles o los cepillos eléctricos, pero adaptadas a las exigencias energéticas de un vehículo de alto rendimiento.

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Porsche Cayenne electrico carga inalambrica (4)
Foto: Porsche

La carga inalámbrica para el Porsche Cayenne apenas requiere instalación

La instalación también ha sido simplificada. La placa, con un grosor de apenas seis centímetros, se coloca en el suelo y se conecta directamente a la red eléctrica, sin necesidad de una wallbox o componentes adicionales. Antes de la primera carga, vehículo y placa intercambian información mediante una conexión Wi-Fi, estableciendo una “contraseña” única que impide el uso no autorizado o el robo de energía.

Para facilitar el proceso, la marca alemana ha desarrollado un sistema de guiado visual mediante la cámara de aparcamiento Surround View. En la pantalla central del Cayenne, un punto verde marca la posición del receptor del coche, mientras un círculo verde representa la bobina de la placa base. Si ambos coinciden, el vehículo está perfectamente alineado. “Usamos la misma tecnología que el sistema Keyless Go, con sensores en el vehículo y en la placa que se comunican entre sí”, explica el ingeniero Simon Klein.

El principio físico es conocido: acoplamiento inductivo. Una bobina genera un campo magnético cuando pasa corriente eléctrica; ese campo induce una tensión en la bobina receptora. Pero lo que distingue a Porsche es su capacidad para aplicar este método a una carga de 11 kW con una eficiencia superior al 90 %.

Porsche Cayenne electrico carga inalambrica 2 Motor16
Foto: Porsche

Para lograrlo, los ingenieros transforman la corriente alterna de la red en corriente continua y luego en una señal alterna de 85 kHz y 2.000 voltios. Esta frecuencia, muy superior a los 50 o 60 Hz domésticos, permite transmitir la energía incluso con pequeños desajustes entre las bobinas. “El sistema compensa automáticamente desalineaciones de hasta diez centímetros”, señala Dominik Scherer, ingeniero de desarrollo.

Una vez activado el freno de estacionamiento, comienza la transferencia de energía. A pesar de la distancia entre la placa y el coche (de 12 a 18 cm), el proceso es tan rápido y eficiente como con una wallbox convencional. En otras palabras: el conductor obtiene el mismo resultado, pero sin mover un solo cable.

El sistema del Cayenne incorpora múltiples capas de protección. La bobina receptora está integrada en una lámina que evita la dispersión del campo magnético y protege los componentes del vehículo. Además, ferritas situadas en ambos lados del sistema canalizan el flujo magnético de manera precisa. Un detector de objetos metálicos interrumpe la carga si aparecen llaves u otros elementos extraños, mientras que sensores de movimiento garantizan la seguridad de mascotas o personas que pudieran situarse bajo el vehículo.

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“Si un objeto metálico se acercara demasiado, podría calentarse como en una cocina de inducción”, aclara Simon Schulze, director de producto. “Por eso implementamos medidas que interrumpen de inmediato la carga”. El sistema cumple además con todos los estándares de compatibilidad electromagnética, por lo que no interfiere con otros dispositivos electrónicos.

Porsche no se conforma con eliminar los cables: el siguiente paso será la carga inalámbrica autónoma. La marca trabaja en un sistema que combine el aparcamiento automático con la carga sin contacto. En este escenario, el conductor solo tendría que detener el coche frente al garaje y pulsar un botón: el Cayenne estacionaría solo, alinearía el receptor y comenzaría a cargar la batería.

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Con esta innovación, Porsche no solo busca mejorar la comodidad, sino también definir un nuevo estándar en la relación entre usuario y vehículo eléctrico. El Cayenne Electric inaugura una era en la que la energía fluye sin esfuerzo, el garaje se convierte en una extensión inteligente del coche y la recarga, por fin, desaparece del pensamiento del conductor.

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