En invierno, entrar en el coche y poner a tope la calefacción es una reacción casi instintiva. Y comprensible, porque la sensación térmica en esta época puede ser muy desagradable. Pero la DGT avisa de un error que puede poner en peligro la seguridad. Pasar calor puede ser tan peligroso como conducir bajo los efectos del alcohol, mientras que el frío te puede jugar una mala pasada.
La clave está en encontrar un punto de equilibrio, y la DGT habla sobre cuál es esa temperatura ideal para conducir seguro.
1La temperatura, un factor de seguridad vital
Cuando pensamos en la seguridad vial, rara vez nos paramos a pensar en que el ambiente dentro del habitáculo es un factor determinante para nuestra capacidad de conducción. Pero lo cierto es que el cuerpo humano es una máquina que tiene un rango de temperatura específico para funcionar bien. Cuando nos salimos de ese margen, nuestras capacidades cognitivas y físicas empiezan a mermar de forma alarmante.
La DGT, apoyada por datos de la asociación AECA-ITV, ha establecido un rango de temperatura muy concreto para la conducción, una medida de seguridad activa. Mantener el coche a una temperatura adecuada es esencial no solo para que te sientas a gusto, sino para garantizar que tus reflejos estén al cien por cien ante cualquier imprevisto que pueda ocurrir.








