Cada año, cuando el calendario se acerca a diciembre, vuelve a escucharse el mismo mensaje en conversaciones, foros y redes sociales: “si compras el coche a final de año te ahorras un dineral”. Esta idea se ha convertido casi en una verdad absoluta para muchos conductores, que retrasan su decisión de compra esperando ese supuesto momento mágico en el que los concesionarios “regalan” los coches con tal de cerrar el ejercicio.
Sin embargo, la realidad del mercado del automóvil es bastante más compleja. Factores como los objetivos comerciales, el stock disponible, la fiscalidad, las campañas de las marcas o incluso la tecnología del propio coche influyen mucho más en el precio final que la simple fecha del calendario. En Motor16 analizamos qué hay de cierto en estas creencias y desmontamos las principales leyendas urbanas sobre comprar coche a final de año.
2El mito del cambio de año: ¿pierde valor tu coche al matricularse?
Otra de las grandes leyendas es que un coche matriculado en diciembre “pierde valor” automáticamente en enero por tener un año anterior en la ficha técnica. Es cierto que, en el mercado de segunda mano, el año de matriculación influye en la percepción del comprador. Pero en un coche nuevo, esta diferencia suele ser mínima y, en muchos casos, irrelevante.
Además, cada vez más compradores se fijan más en el mes de matriculación, el kilometraje y el equipamiento que en el año exacto. Un coche matriculado en diciembre y otro en enero pueden tener exactamente la misma tecnología, el mismo motor y el mismo precio real en el mercado de ocasión. Por tanto, no siempre compensa esperar solo por “estrenar año” si la oferta actual es buena.







