Si al circular por carretera eres de fijarte en los detalles, seguro que has visto la barra metálica que asoma bajo la parte trasera de un camión. No es ningún apoyo para subir al remolque ni ningún peldaño, sino que la conocida como barra Mansfield tiene un propósito muy concreto por razones de seguridad. Es más, lleva años haciendo que una colisión por alcance se quede en un susto y no en un accidente más grave.
Este sistema nació para evitar que los coches se metieran bajo la caja de los camiones en caso de accidente. Ahora bien, debe el nombre de Mansfield a una actriz que falleció hace años en un accidente de tráfico en Estados Unidos que conmocionó a todo el país. En España, esta barra no es tan conocida por este nombre, pero seguro que a partir de ahora la recordarás en cuanto conozcas la historia que se esconde detrás.
¿Cómo funciona una barra antiempotramiento?

La Dirección General de Tráfico (DGT) define este sistema antiempotramiento como una estructura que reduce daños cuando el coche impacta con la parte trasera de un vehículo pesado. Está formada por un travesaño de acero aleado o aluminio colocado a unos 55 centímetros del suelo, fijado al chasis del camión. Un diseño bastante sencillo que se ‘deforma’ de una manera controlada si un vehículo choca contra la barra.
Si un coche alcanza por detrás a un camión, la barra Mansfield absorbe parte de la energía del impacto. Esto permite que los largueros del turismo se activen y que los sistemas de protección (airbags y pretensores) puedan funcionar. Si la barra no está o va colocada demasiado alta, el frontal del coche puede quedar atrapado bajo la caja del camión y tener consecuencias fatales para los ocupantes.
Marcos Barreira, director técnico del laboratorio CIMALab, señala que estas barras dejan de ser efectivas en impactos de turismos contra camiones parados a partir de los 50 km/h. Es el límite de energía que puede gestionar un coche moderno sin comprometer la seguridad. Por encima de ahí, la estructura ya no sería igual de efectiva.
El Reglamento 58 de la Comisión Económica para Europa (CEPE/UNECE) establece desde 2008 las dimensiones, altura y criterios de homologación de las barras antiempotramiento. Además, se ha ido endureciendo en los últimos años para que los camiones sean más seguros en caso de alcance.
Hoy es obligatorio llevar este dispositivo en vehículos de transporte de mercancías de más de 3.500 kilos de masa máxima autorizada y en ciertos remolques vendidos a partir de septiembre de 2021 o que hayan recibido modificaciones estructurales. Eso sí, hay expertos que piden volver a ajustar la ley para adaptar la barra Mansfield a impactos oblicuos o velocidades intermedias.
¿Por qué en Estados Unidos la conocemos como barra Mansfield?

En Estados Unidos, oír hablar de la barra antiempotramiento es sinónimo de pensar en Jayne Mansfield, una de las actrices más reconocibles de los años 50 y 60, sobre todo por un accidente que le costó la vida. La madrugada del 29 de junio de 1967, circulaba en un Buick por una carretera de Luisiana cuando impactó por detrás contra un camión que había reducido su velocidad.
El coche se metió debajo del remolque y la parte delantera quedó destruida, así que la actriz, su pareja y el conductor del vehículo fallecieron en el acto. En los asientos traseros viajaban los tres hijos de Mansfield, que sufrieron solo heridas leves.
El accidente tuvo muchísima repercusión y llevó a las autoridades estadounidenses a introducir algún tipo de sistema que evitara que los coches se metieran debajo de los camiones. Años después, la medida fue obligatoria bajo el nombre de ICC Bar (o DOT Bar), pero lógicamente el público empezó a llamarla barra Mansfield. En Europa no se utiliza tanto, pero en Estados Unidos sí que forma parte del lenguaje habitual en carretera.








