En cuanto a su apartado mecánico los cambios serán muy leves y podrán ir enfocados a una reducción del consumo o extraer unos cuantos caballos más, puesto que Ford ha decidido mantener los bloques actuales. Así que los clientes europeos podrán seguir contando con el motor EcoBoost de 2.3 litros con 317 caballos o el espectacular V8 de 5.0 litros y 421 caballos, aunque como decímos antes no se puede descartar una ligera puesta a punto para aumentar dichas potencias