Contemplar un carro de combate en acción te deja casi sin palabras. Meterse dentro de esta poderosa mole de acero, ponerse a los mandos y pilotarloes una excitante experiencia que no se puede comparar con ninguna otra. Sólo Carlos Sainz y Motor 16 han tenido la oportunidad de conducir el Leopardo 2E fuera del entorno militar. Todo un honor.