Este Oldsmobile 442 W-30 Convertible de 1970 es el claro ejemplo de ello, una auténtica máquina que no será tan eficiente como el Toyota Prius de tu vecino -y desde luego ni de lejos tan feo-, pero lo hará temblar (literalmente) cada mañana al arrancarlo.

Oldsmobile 442 W-30 Convertible 1970