Con cinco carreras para terminar la temporada, la brutal superioridad de Mercedes permitía a Lewis Hamilton y Nico Rosberg desarrollar su propia guerra, marcándose muy en corto, pero con la fiabilidad como factor aleatorio que iba jugando a favor o en contra de sus respectivas aspiraciones. Si durante el verano Hamilton había llevado la peor parte, en Marina Bay fue el turno del piloto alemán.
Solo siete milésimas separaron a los pilotos de Mercedes en la parrilla en Singapur. Pero el Gran Premio de Singapur fue un paseo para Hamilton, aunque con cierto susto al final. El británico necesitaba veintisiete segundos para su última parada en boxes para volver a la pista con tranquilidad. Al final, Hamilton volvió a la pista por detrás de Vettel pero le superó con toda facilidad. Simplemente, le pasó por encima, a quien sacó treces segundos en las seis vueltas finales. Rosberg se tenía que retirar con un monoplaza que se había vuelto loco electrónicamente.
Por detrás del británico, y tras avería técnica de Rosberg terminaron Vettel y Ricciardo. Felipe Massa terminó quinto con Williams, cuando su equipo decidió sobre la marcha cambiar su estrategia de tres a dos paradas. Jean Eric Vergne fue uno de los héroes de la jornada, y uno de los pocos que realizó varias maniobras de adelantamiento. Fuera ya de Toro Rosso para el próximo año, logró el mejor resultado de su carrera con la sexta posición y a pesar de una penalización de cinco segundos.
En cuanto a Fernando Alonso, durante viernes y sábado se confirmó con agradable sorpresa el diferente nivel del F14 T respecto a carreras anteriores. El viernes, el español incluso lideró una de las sesiones. Pero en tras la salida, Alonso se pasó de frenada en la primera curva, y no pudo rodar por delante de Vettel en carrera, como era el objetivo. La salida del coche de seguridad frustró una posible segunda posición, ya que obligó a entrar en boxes a cambiar gomas, perdiendo la posición ganada a Vettel tras la parada anterior. Al final, el piloto español terminó en cuarta posición.
Por segunda vez en 2014, Hamilton se colocaba al frente de la clasificación. Había retomado la iniciativa. No la perdería hasta final de temporada.
