La ITV es un proceso de evaluación obligatorio para los vehículos utilizados en carreteras y vías con el propósito de garantizar que los mismos cumplan con las condiciones mínimas de seguridad para la circulación. Este proceso es realizado en una gran cantidad de países alrededor del mundo y en España lleva vigente desde 1984. Existe una gran cantidad de requisitos a cumplir para aprobar esta prueba, pero ¿qué pasa si el vehículo no cumple con algunos de ellos?
En este artículo responderemos a esta pregunta y conoceremos todo lo relacionado con las faltas leves en el proceso de Inspección Técnica de Vehículos, desde su definición hasta los requisitos mínimos para superar con éxito la prueba.
1¿Qué es una falta leve en la ITV?
Una falta leve en la ITV es una deficiencia o característica del vehículo que, aunque no esté en las especificaciones requeridas, no representan un riesgo para la seguridad de la conducción. De esta forma, el vehículo puede aprobar la prueba a pesar de presentar un cierto nivel de desgaste o uso.
Las faltas leves no pueden superar un margen de seguridad que sea peligroso para la conducción, deben tener un revertido temporalmente y lo más importante, debe ser canalizado por un experto para asegurar la reparación temporal.
De esta forma, una falta leve es una deficiencia admisible en la Inspección Técnica de Vehículos. Esta admisión es temporal, ya que el vehículo debe pasar nuevamente por la prueba, una vez reparadas las inconsistencias.