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Rueda de emergencia: todo lo que debes saber

Sufrir un pinchazo siempre ha sido una angustia para todos los conductores. Antes era más habitual que ahora, con las vías asfaltadas, pero sigue ocurriendo alguna vez. Para enfrentarse a dicha eventualidad está la rueda de emergencia. En los primeros coches estaban más que accesibles, pero actualmente muchos ni siquiera la llevan ya.

Hoy en día, los sensores de presión de neumáticos (TPMS) avisan de una pérdida de presión con margen suficiente y, si el conductor pone de su parte, puede controlar el estado general de las cubiertas y que no queden con una presión insuficiente. Por cierto, la presión de la rueda de repuesto, en el caso de llevarla, también hay que vigilarla. No vaya a ser que, cuando más falta nos haga, ¡esté desinflada!

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¿Se debe llevar una rueda de repuesto por obligación?

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Hace unos años habríamos respondido con un sí rotundo. Ahora ya no. Y es que durante mucho tiempo fue obligatorio tener una rueda de repuesto a bordo del coche o furgoneta para poder continuar circulando después de un pinchazo o reventón, pero ahora la normativa nos permite dejar la rueda de repuesto en casa. Eso sí, obligatoriamente necesitaremos un sistema equivalente que nos ayude a desplazarnos.

Por supuesto, también hay que contar con todas las herramientas necesarias para afrontar un pinchazo, ya sea un chaleco reflectante homologado de alta visibilidad, la clásica pareja de triángulos o un distintivo homologado V-16, que cada vez más conductores incorporan en su maletero. En caso contrario, la infracción se saldará con una severa multa de hasta 200 euros. Pero, ¿qué opciones hay en el tema de la rueda de repuesto?

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