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¡Ojo a lo que viene! Combustibles más caros a empresas que a particulares

¡Ojo a lo que viene! ¿Combustibles más caros a empresas que a particulares?
La idea ya está sobre la mesa. Un proyecto de ley de la UE crea nuevos impuestos sobre el CO2. Estos harán los combustibles más caros a empresas que a particulares.

No es una situación nueva. Esto ya sucede hoy día en las estaciones de servicio. No el que estén los combustibles más caros a empresas que a particulares, sino al contrario. Hoy los particulares pagan más por su combustible que las empresas.

Las empresas compran más barato

Gracias a las tarjetas de todo tipo (bonificación, fidelidad y descuento) y a los acuerdos empresariales entre determinadas flotas y las propias petroleras, los precios que empresas y particulares pagan son muy diferentes. Los precios por los combustibles uniformes para ambos únicamente están fijados en los carteles que nos los anuncian a la entrada de cada estación de servicio.

¿Cuánto dinero gastamos en combustible?

Aparte de recaudar más —obviamente—, la intención de la UE con este nuevo impuesto estaría centrada en consolidar las diferencias de precio en las estaciones de servicio para unos y para otros a pie de poste de suministro, según informa el diario económico alemán Handelsblatt.

Reducir un 55 por ciento las emisiones

El proyecto de ley sobre el comercio de emisiones para edificios y tráfico rodado que prepara la UE contempla gravar en un futuro próximo las emisiones CO2 que provocan los propios combustibles.

Sin duda esto viene impulsado por otro programa UE, como es el “Fit for 55” que busca reducir en un 55 por ciento las emisiones netas de CO2 en el continente para 2030. Y la forma para hacerlo pasa por adicionar un nuevo impuesto sobre el CO2 en toda Europa sobre el repostaje y la calefacción.

La gran desigualdad, el índice de octanaje

Sin embargo, imponer ese nuevo impuesto sin duda tendría una grave repercusión social entre la población de la UE, situación que crearía problemas sociales en los distintos países. El asunto ha sido profusamente debatido en el Parlamente Europeo y, finalmente, parece que el acuerdo alcanzado pasa por que sean los combustibles más caros a empresas que a particulares.

Particulares exentos del pago

Y para ello, los particulares no tendrán que pagar el nuevo impuesto al CO2. Para ellos los precios que actualmente pagan por los combustibles seguirían siendo los mismos. No así en el caso de las empresas, cuyos precios de compra se verían incrementados nuevamente.

Lo que todavía está por ver es la cuantía del incremento que el nuevo impuesto repercutiría sobre el precio de los combustibles para las empresas. En principio se está contemplando un incremento en los precios que iría de los 10 a los 20 céntimos por litro, aunque por el momento no hay decisión alguna tomada al respecto.

Impurezas en el depósito del vehículo

Aún así, puede darse el caso de que los diferentes Estados de la Unión quieran evitar el trato desigual. Hacer los combustibles más caros a empresas que a particulares puede disparar nuevamente conflictos como el vivido recientemente en España con la huelga del transporte.

De este modo, los países podrían exigir voluntariamente la aplicación del nuevo impuesto al CO2 también para los particulares. Pero si un país se abstiene de hacerlo crearía un sistema de recaudación ciertamente complicado de verificar y altamente propenso al fraude.

Una situación que se quiere evitar a toda costa dado que entonces los efectos del nuevo impuesto no irían en la dirección prevista ni tampoco serían controlables.

Escepticismo parlamentario

Según la información publicada en el Handelsblatt, los propios parlamentarios de la UE que participan en las negociaciones para la implantación del impuesto se muestran escépticos acerca de si su propuesta llegará a convertirse en ley.

Ello se debe a que además de que la implementación del nuevo impuesto parece extremadamente difícil, casi ninguno de los países miembros de la CE estaría por la labor de encarecer en modo alguno los precios de los combustibles.

Conductores distraídos

Y más aún de hacerlo precisamente en momentos como los actuales en los que estos se encuentran excesivamente altos y las quejas sociales al respecto no dejan de incrementarse, incluso en aquellos países en los que buena parte de los consumidores reciben bonificaciones para rebajar el coste de los mismos.