La crisis provocada por el coronavirus está sacando lo mejor de cada uno y las marcas automovilísticas han sido las primeras en mostrar su solidaridad para ayudar a frenar la pandemia con iniciativas de todo tipo. Volvo, por ejemplo, se suma a los fabricantes que han cedido sus coches y ha puesto su flota de vehículos en Madrid a disposición de los bomberos que, coordinados por el Ayuntamiento de la capital, están repartiendo comida a domicilio entre los más vulnerables y a los mayores que no tienen a su familia cerca.
La marca también ha cedido sus vehículos a varios hospitales de la capital, entre ellos el del Niño Jesús, para los desplazamientos del personal sanitario. Gracias a estos coches, los médicos pueden realizar visitas domiciliarias a pequeños enfermos. Además, dos voluntarios de la Fundación Alares se han ofrecido para conducir y trasladar al personal sanitario de un lugar a otro.
Empleados y colaboradores solidarios
«En Volvo todo lo que hacemos empieza con las personas. Solo las personas hacen posible las grandes historias. Aquellas que realmente importan», dicen en la marca. Y a los ejemplos anteriores suman el de uno de sus empleados que está fabricando en su casa máscaras protectoras destinadas al personal sanitario.
Además, Volvo también ha ayudado para que la donación de 3.000 fundas de asientos (procedentes de Wurth, un colaborador externo de la marca) lleguen a una empresa de ambulancias y sirvan de protección para el personal sanitario que viaja en esos vehículos.
