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Ford Focus Sport Sportbreak 1.5 EcoBoost. Cambia de cara y de corazón

A simple vista el Focus ya exhibe bastantes cambios, sobre todo en su 'cara', que parece más ancha y baja que antes por la parrilla trapezoidal, el capó y el faldón que estrena. Y también son nuevos los faros 'tallados' y las luces antiniebla, cuyo marco se estira, mientras que la zaga también recibe alguna modificación, centrada en elementos aerodinámicos y ópticas. Pero los cambios más importantes son menos evidentes, salvo que probemos a fondo el coche durante una semana, como acabamos de hacer nosotros.

La elección de esta versión 1.5 EcoBoost de gasolina no es casual, pues se trata de una de las nuevas mecánicas en la gama del compacto de Ford, y llega para relevar al motor 1.6 EcoBoost. La reducción de cilindrada no afecta a la potencia, pues las dos variantes disponibles de este 1.5 -turboalimentado, de inyección directa y con doble distribución variable independiente- rinden, como en su antecesor, 150 y 182 CV, lo que se ha logrado recurriendo a tecnologías más avanzadas, pues el 1.5 EcoBoost equipa el colector de escape integrado que vimos por vez primera en el exitoso 1.0 EcoBoost. Al minimizar la distancia recorrida por los gases de escape entre los cuatro cilindros y el turbo, alcanza antes la temperatura eficaz de trabajo, lo que se traduce en menos consumo -la marca anuncia un 7 por ciento de mejora- y más par.

Consumo muy ajustado

En concreto, la variante de 150 CV aquí probada -la más lógica, pues con esa dosis de energía ya disfrutaremos mucho- homologa 5,6 litros de media, que es poco para un familiar de 4,56 metros con buenas prestaciones… ¡y de gasolina! Aunque para acercarse a ese valor de gasto -al que ayudan diversas funciones de ahorro incluidas- deberemos conducir en las mejores condiciones de carga, por vías llanas y 'sin prisa', pues como sucede con otras mecánicas EcoBoost, el promedio en la práctica es sensible al tipo de uso. De hecho, le hemos medido 8,7 l/100 km, que no es precisamente poco y convierte a esta versión en idónea para los que no hacen muchos kilómetros al año y gustan de conducir un coche con 'nervio'.

Y es que este Focus tiene brío. No alcanza las sensaciones de los ST, pero el nuevo motor de 150 caballos es progresivo y empuja bien siempre, como deja intuir un par máximo de 24,5 mkg desde 1.600 hasta 4.000 vueltas. Entre eso y una caja manual de seis marchas con desarrollos bien escalonados la respuesta en carretera es ágil, y el conjunto no da la sensación de pesar los 1.524 kilos en orden de marcha anunciados. De ahí que hayamos calcado la aceleración de 0 a 100 km/h oficial -9,1 segundos- o que recupere bien incluso en sexta. En cuarta, por ejemplo, pasa de 80 a 120 km/h en sólo 7,2 segundos, y en 10 segundos exactos usando la quinta.

Y comportamiento magnífico

Pero es que, además, el Focus 1.5 EcoBoost 150 redondea el trabajo con un chasis 'de nivel', pues los ingenieros también han introducido mejoras en ese apartado. La tercera generación del Focus ya iba antes tan bien que muchos pueden pensar en una evolución innecesaria, aunque el resultado es tan bueno que sólo podemos felicitar a la marca por esa afán perfeccionista. En la suspensión, sobre todo delante, hay cambios en eje, geometría, bujes y amortiguadores, y la dirección asistida eléctrica ha sido recalibrada para que el conductor perciba mejor lo que ocurre entre las ruedas y el asfalto. Además, se ha mejorado el innovador sistema Enhanced Transitional Stability -sistema de estabilidad transicional- para que cumpla todavía mejor su labor, que es monitorizar la velocidad del coche y las acciones del conductor sobre el volante para predecir pérdidas de tracción, activando el control de estabilidad incluso antes de que se produzca patinamiento o deslizamiento en las ruedas.

Traducido a comportamiento real, el Focus Sportbreak va de cine, pues combina un elevado confort -también se han reducido los niveles NVH, de sonoridad y vibraciones- con una estabilidad ejemplar, incluso a fuerte ritmo, y una precisión de trayectoria al nivel de los mejores de su clase y sin apenas balanceo.

En cambio, los frenos no parecen haber sido objeto de modificación alguna, aunque pronto descubrimos la razón: son fantásticos. Desde 120 km/h bastan 49,6 metros para detenernos por completo, y el sistema soporta bien los tratos despiadados. Se agradecen, sin duda, los discos delanteros de 300 milímetros, que comparte con las versiones diésel 2.0 TDCi y aporta un extra de mordiente en comparación con los de 278 mm usados en otros Focus. Y se agradecen también los neumáticos de nuestra unidad, pues montaba unos 215/50 R17 nada exagerados, aunque los 205/55 R16 de serie tampoco desmerecen.

Con lo último en sistemas de seguridad

La preocupación por la seguridad de Ford no sólo se ve en un comportamiento estupendo, sino también en un arsenal de asistentes a la conducción que pone al Focus a la altura de modelos 'premium'. Porque adopta el Cross Traffic Alert -alerta de riesgos por los lados al salir marcha atrás de un hueco sin visibilidad- y el Park-Out Assist -ayuda a salir de estacionamientos en paralelo-, y evoluciona dispositivos ya antes disponibles, como la frenada de emergencia en ciudad Active City Stop -funciona hasta 50 km/h cuando antes lo hacía hasta 30-, los faros adaptativos -ahora ajusta mejor los haces de luz de las nuevas ópticas bixenón HID-, el Active Braking -a velocidades entre 8 y 180 km/h emite avisos de riesgo por objetos en movimiento y llega a frenar automáticamente- o el control de crucero adaptativo, con el que ahora, mediante la función Europe Distance Indication, podemos fijar la distancia de seguridad preferida.

Si sumamos a todo eso que el acabado sigue siendo tan bueno como antes, que la ergonomía progresa por la reducción de botones y que el espacio y la funcionalidad son destacables en esta carrocería Sportbreak, cosas a mejorar como la ausencia de salidas de aire traseras quedan eclipsadas. Nos gustaría, eso sí, que además del completo acabado Titanium, este 1.5 EcoBoost se combinara con el Trend, más asequible, aunque los 3.100 euros de descuento vigentes -dejan el coche probado en 21.125- ayudan a disculpar ese pequeño detalle.