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Alfa Romeo Giulia. Caballo de batalla

Justo cuando cumple su 105 años de historia, Alfa Romeo quiere dar el paso definitivo hacia el futuro; el que la sitúe en el nivel que su nombre y su trayectoria merecen. Y esa trayectoria y esa historia, es un activo que quieren utilizar. Por eso, su primer producto, el que va a marcar el antes y el después de Alfa Romeo tiene un nombre que recuerda al pasado glorioso: Giulia

Pero ahí se acaba todo, porque el Giulia es un coche totalmente nuevo, realizado sobre una nueva plataforma -abarca desde modelos tamaño Giulietta- mediante un proceso de desarrollo absolutamente novedoso en la marca italiana, protagonizado por los denominados 'Skunk Works' (ver recuadro). Aunque no han podido dejar de lado, por supuesto, atributos habituales de Alfa Romeo; entre ellos, sobre todo, la pasión y la emoción. Y con esa premisa fundamental se ha desarrollado la nueva berlina que pretende poner la personalidad Alfa entre las marcas 'premium', cada vez más impersonales, como anunciaba Harald Webster, el máximo responsable de la marca en la presentación del Giulia.

Un V6 biturbo de origen Ferrari

Y para demostrar personalidad y carácter, Alfa no presentó cualquier Giulia, sino su versión más potente, más rabiosa… la 'traca final'. La variante Quadrifoglio, de imponente aspecto y no menos imponentes características, pues bajo el capó esconde un motor V6 biturbo con tecnología Ferrari, 510 caballos de potencia, capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos… Un aliado ideal para que la conducción deportiva de Alfa se eleve a la máxima expresión, aunque es sólo la punta del iceberg, pues la gama del Giulia contará con entre 4 y 5 motorizaciones.

Pero en este Quadrifoglio parecen haber echado el resto, para demostrar de lo que son capaces. Para empezar, con un objetivo claro, poner al conductor en el centro, las premisas en el desarrollo del coche estaban claras, y tienen que ver con el carácter que la marca ha ido labrando a lo largo de los años. Y esas premisas se concretaron en 5 claves que definirán el futuro de los modelos Alfa: motores de vanguardia, una perfecta distribución de peso entre los ejes, una relación peso-potencia favorable, unas soluciones técnicas únicas y, por supuesto, un diseño emocionante, a la altura de la marca.

Para la primera clave, la respuesta es un motor realizado completamente en aluminio para reducir peso. Es un V6 biturbo con tecnología Ferrari que cuenta con sistema de desconexión de cilindros para que el consumo no sea un problema.

Materiales ligeros

La relación peso-potencia viene dada por la reducción en las masas y la elevada potencia (510 CV) del coche. Para rebajar el peso, en Alfa han trabajado en el uso de materiales muy ligeros en la carrocería, chasis y en todos los elementos del coche: aluminio, fibra de carbono y materiales plásticos. Y esto ha dado como resultado que cada caballo del coche debe mover menos de 3 kilos de peso; una cifra al alcance de muy pocos. 

Tercera clave, el reparto de pesos entre los ejes, da como resultado un 50 por ciento a cada uno; la proporción perfecta. Para conseguir esta cifra hubo que trabajar mucho en diseño, pues una de las premisas es que este modelo debía ser tracción trasera, por 'respeto' a los orígenes. Por ello el diseño apostó por un largo capó y unos voladizos traseros muy cortos para dar respuesta a las necesidades especiales de este tipo de tracción.

A la vanguardia

La cuarta de las claves, las soluciones técnicas de vanguardia, se han desplegado con un abanico de nuevas ideas digno de la inventiva italiana. Cuenta, por ejemplo con la tecnología Torque Vectoring, para el máximo control de estabilidad que gracias a su doble embrague permite al diferencial trasero controlar por separado el par de cada rueda y repartir el par entre los ejes en todo momento; también incorpora un sistema de frenado integrado, que reduce considerablemente la distancia de frenado; y el Active Aero Splitter que gestiona la carga aerodinámica, incluso a altas velocidades. Unos sistemas controlador por el CDC Chassis Domain Control, que asigna a cada uno de ellos una tarea precisa para optimizar las prestaciones y el placer de conducción.

Otro ejemplo de tecnología está en las nuevas suspensiones, una trasera denominada Alfalink que asegura prestaciones, placer de condución y confort al mismo tiempo. Delante se opta por una suspensión de doble brazo oscilante con eje de dirección semivirtual, que mejora el efecto de filtrado y permite girar de forma rápida y precisa. Las suspensiones garantizan el apoyo constante del brazo en tierra en las curvas, con lo que garantizar altas aceleraciones laterales. Y para que el conductor tenga la información más precisa de lo que pasa bajo las ruedas, un nuevo sistema de dirección más rápido y que transmite más y con más precisión.

Diseño emocional

El diseño emocionante es la última de las claves. Y aquí todo es opinable, pero el coche tiene personalidad. Los cortos voladizos y el largo capó le dan una línea diferente. El lateral ofrece mucho músculo y unas llantas que llaman la atención, así como los tremendos discos de freno que vemos a través de ellas. El frontal reinterpreta la legendaria cara de la marca y la trasera un tremendo difusor con 4 salidas de escape y un pequeño alerón rematando el capó.

En el interior también se ha pensado en el conductor y todo se centra en él, agrupando todos los mandos, de pequeño tamaño. Para que el conductor tenga toda su atención en la carretera, sólo se han previsto dos mandos circulares; uno de ellos controla el Alfa DNA -con cuatro modos de conducción Dynamic, Natural, Advanced Efficiency y Racing- y el otro todo el sistema de infoentretenimiento. No hay nada más que despiste al conductor de lo realmente importante en un Alfa: conducir.

Los alfistas ya han marcado en el calendario la fecha, antes de final de año -cuando llegue el Giulia- para valorar a la nueva Alfa Romeo.