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Nuevo Nissan Qashqai, con más argumentos

Nissan no lo tiene fácil para sustituir al Qashqai, el cuarto modelo más vendido del mercado español durante 2013. Pero el nuevo modelo llega con con argumentos suficientes para, cuando menos, igualarle.

De primera impresión, el nuevo Qashqai tiene más presencia que el anterior, más pretensiones, como si quisiera trasmitir su vocación de líder. Pero lo verdaderamente importante es que casi todo en él es nuevo y ha sido concebido con esmero, buscando el mayor aprovechamiento de los múltiples recursos que ofrecen las nuevas tecnologías.

La gama Qashqai se ofrece inicialmente con 3 motores, todos ellos dotados de sistema stop start: 1.2 DIG-T gasolina, 1.5 dCi diésel y 1.6 dCi diésel. En verano llegará una versión gasolina 1.6 DIG-T, cuya potencia definitiva será de 163 CV en vez de los 150 anunciados inicialmente.

Un motor de gasolina de sólo 1,2 litros de cilindrada puede parecer poca cosa para impulsar un coche de este tamaño. Pero la combinación de la inyección directa de combustible y el turbocompresor hace milagros. Con este motor el Qashqai se mueve con soltura y a los pocos kilómetros confirma plenamente su solvencia. La acción del turbo es imperceptible ya que la entrega de potencia es muy progresiva.

Calidad de acabado muy superior al Nissan Qashqai actual

El consumo homologado del 1.2 DIG-T es de sólo 5,6 l/100 km (129 g/km de CO2) Sin embargo, poco puede hacer frente a los 3,8 l/100 km del 1.5 dCi, que desde nuestra primera toma de contacto se confirma como el más interesante de la gama. Este pequeño diésel recibe ahora su enésima evolución, que le proporciona todavía más par motor, y se atreve a utilizar unos largos desarrollos de transmisión.

La última versión que hemos podido probar es la 1.6 dCi con cambio automático Xtronic. Pese a tener más potencia y par que el 1.5 dCi, no llega a marcar claramente las diferencias en utilización normal, al menos con dos ocupantes (otra cosa será a plena carga) El cambio Xtronic es de variación continua pero funciona imitando a uno de doble embrague de 7 marchas. Este cambio evolucionará en positivo la percepción que el gran público tiene de los cambios de variador.

Otros argumentos para rematar el conjunto: una calidad de acabado muy superior al modelo actual y lo último en tecnología y conectividad, con sistemas como el que frena el coche ante un obstáculo no percibido por el conductor, capaz de aparcar automáticamente en línea o en paralelo, controlar los ángulos muertos…