Toda una paradoja. Seis décimas entre Bottas y Vettel entre la primera y segunda posición. Segundo y medio entre el tercero y el cuarto, Ricciardo y Hamilton. Tres monoplazas diferentes en el podio. Sobre el papel, el Gran Premio de Austria la gran igualdad vivida hasta el momento en el presente campeonato. Sin embargo, fue una vuelta nada más, la última, la que valió por toda una carrera. Porque la austríaca fue una de las pruebas más anodinas de la temporada.