Para el nuevo RAV4, Toyota sigue los pasos dados con su nuevo Toyota Auris en cuanto a las mecánicas, por lo que esta quinta generación dirá adiós a sus propulsores diésel. La futura gama estará compuesta por un nuevo corazón 2.0 VVT-i de gasolina y atmosférico, que podrá combinarse con la tracción delantera o con la tracción total (es la primera vez que la plataforma TNGA tiene una tracción total convencional y no eléctrica). También se ofrecerá con cambio manual o automático del tipo CVT.