En el año 1959 se presenta en Ginebra la primera generación del Skoda Octavia, un modelo cuyo nombre en checo significa 'octavo'. Ese mismo año comienza a fabricarse en la planta de Mladá Boleslav y originalmente apostaban por un sencillo motor 1.1 de cuatro cilindros capaz de proporcionar 40 CV de potencia, que eran enviados a las ruedas traseras por medio de un cambio manual de 4 marchas. Aquel Octavia alcanzaba 110 km/h y anunciaba un gasto medio de 7,7 l/100 km.