La idea del equipo de Skoda Motorsport era compartir la emoción de una carrera de rallyes con personas que no están familiarizadas con el automovilismo. Por eso, decidieron convertir el Fabia R5 campeón de WRC2 en taxi y recorrer las calles del centro histórico de Praga. El taxista no era otro que el piloto Jan Kopecký, campeón europeo de rallyes, múltiple campeón de la República Checa y competidor regular en el campeonato mundial de la categoría WRC2.