En el Salón de Génova de 2016, Rolls Royce presentaba el Black Badge,un paquete de diseño quele da un toque de negro a todo nuestro vehículo y que forma una nueva familia de vehículos con un aspecto diferenciado. Este exitoso alter ego de los modelos normales se representa además por un símbolo matemático que expresa el infinito y que podemos encontrar en numerosas partes de los vehículos que montan este paquete. Losprimeros en montarlo fueron un Wraith y un Ghosten el año 2016, ahora es el turno del Cullinan.