Con esta novedosa mecánica, el nuevo Mégane R.S. Trophy es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 5,7 segundos y consigue una velocidad máxima de 260 km/h. Para el desarrollo de esta bestia, los ingenieros en motores han centrado sus esfuerzos sobre todo en la eficacia del turbocompresor recurriendo a una tecnología que viene de la Fórmula 1. La turbina viene montada en un rodamiento de bolas de cerámica que contribuye a limitar los rozamientos, con lo que se reduce el tiempo de respuesta del turbo. Además, la nueva línea de escape constituye otro factor de mejora del rendimiento del motor, con lo que el silencioso trasero recibe una válvula mecánica de permite actuar en la sonoridad.