Empezamos fuerte describiendo el Kia Stinger con el motor 3.3. Un derroche de todo, con 370 caballos salvajes o plenamente domesticados para un uso cotidiano. Gira muy plano, sin balanceos y con una tremenda nobleza. El paso por curva es rapídisimo y la confianza que transmiten los frenos, la tracción total y la dirección es inmediata. Y los cinco modos de conducción hacen que cada conductor encuentre el carácter que busca en el Stinger. Y suena a 'coche gordo'