Estéticamente sorprende con su frontal robusto y sus faros divididos, algo bastante habitual entre los que serán sus competidores directos. Dentro abundan las líneas rectas y la tecnología gracias a la infinidad de pantallas que lucen en su salpicadero. Lo que verdaderamente sorprende de este Skoda Vision X es su avanzada mecánica, la cual combina un propulsor 1.5 TSI Evo que ha sido adaptado para funcionar con gas natural y que eroga 130 CV de potencia y 250 Nm de par motor, el cual se combina con un motor de arranque y alternador que funciona gracias a la tecnología de 48 voltios.