Hasta 150 empleados de diferentes áreas de la compañía trabajan desde hace una semana en el modelo final. La línea de montaje del Seat León en la planta de Martorell tiene estos días un aspecto inédito. Ahora no se producen coches, sino respiradores asistidos para colaborar con el sistema sanitario desbordado en plena crisis del coronavirus COVID-19. Pasar de producir coches a respiradores en un tiempo récord es fruto del intenso trabajo de numerosos empleados de la marca y de un motor muy potente en estos duros días: la solidaridad de todos para todos.