Hay que remontarse a 1989 para encontrar un mes de enero con peores datos de ventas de automóviles que los de este 2021. La crisis asociada a la pandemia, la borrasca Filomena, el agotamiento de planes de ayuda como el Renove (pese a que todavía no se habían consumido el 80% de los fondos) y la subida del impuesto de matriculación provocada por la adaptación al protocolo WLTP han hecho que las matriculaciones de automóviles se desplomen.