Ahora la firma nipona se ha puesto esa marca como objetivo y ya trabaja en su Mean Mower 2.0, una nueva criatura que estrena un sofisticado chasis tubular sobre el que ahora han colocado el corazón de una máquina tan deportiva como es una Honda CBR1000R Fireblade, el cual presume de generar nada menos que 190 CV de potencia, más que suficientes para mover con garantías a este salvaje cortacésped.